El Ministerio Público pide un año de prisión preventiva para el acusado
Santo Domingo.- La noche del 24 de agosto dejó una escena imposible de olvidar en el sector Los Restauradores, en Mao, provincia Valverde. Una discusión entre hermanos terminó en un crimen atroz: Juan José Guerrero Quezada, de 33 años, mató a su hermana Mildred Estefanía Guerrero Quezada, de 35, y luego intentó desaparecer su cuerpo de la forma más macabra.
Según el expediente presentado por el Ministerio Público, el imputado acudió a la vivienda de su hermana y, tras una discusión, la atacó con un arma blanca. Las heridas que le provocó fueron múltiples y letales: en el tórax, cuello y abdomen.
Pero el horror no acabó ahí. Después de asesinarla, Guerrero Quezada descuartizó el cuerpo, cercenando incluso sus extremidades inferiores y un dedo de la mano derecha. Una parte del cadáver fue introducida en cubetas; otra, en una olla que colocó dentro del horno de la estufa. La intención era incinerar el cuerpo.
La escena del crimen dejó perplejos a los fiscales que manejan el caso, Víctor Manuel Mejía y Domingo Tejada, quienes han solicitado al tribunal un año de prisión preventiva para el acusado mientras avanza la investigación. En el expediente se describe que el imputado actuó con premeditación y frialdad, intentando borrar toda evidencia.
Tras cometer el crimen, Guerrero Quezada huyó llevándose varias pertenencias de su hermana: documentos personales, un teléfono celular, llaves del apartamento, la llave de una pasola y hasta unos periquitos. Más tarde, vendió el celular por apenas mil pesos y los periquitos en una veterinaria local.
Pero su coartada cayó por su propio peso. El mismo día del crimen, el acusado regresó en varias ocasiones al apartamento de la víctima. En su cuarta visita, fingió sorpresa al “descubrir” el cadáver. Lanzó un grito que fue escuchado por los vecinos, quienes acudieron al lugar y se encontraron con la escena: el cuerpo mutilado y oculto en recipientes. Llamaron al 9-1-1 de inmediato. Lo que parecía un hallazgo casual era, en realidad, parte del plan del asesino.
Guerrero Quezada fue arrestado poco después. El Ministerio Público lo acusa de violar múltiples artículos del Código Penal dominicano, incluyendo homicidio, actos de barbarie y violencia intrafamiliar. La audiencia para conocer la solicitud de prisión preventiva fue fijada para el 28 de agosto.
Los restos de Mildred Estefanía Guerrero Quezada fueron enviados al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) para los fines de autopsia. La brutalidad del caso ha conmocionado a toda la comunidad de Mao, donde aún no se explican cómo un vínculo de sangre pudo romperse de forma tan violenta.
Este crimen no solo pone en evidencia una tragedia familiar, sino también el nivel de violencia al que pueden escalar los conflictos personales sin intervención oportuna. El caso ya está en manos de la justicia, pero las heridas que deja van más allá de lo físico: son heridas que calan en el tejido de una comunidad que aún no sale del asombro.