California, Washington y Nuevo México tienen 30 días para cumplir la norma
El Gobierno de Donald Trump ha puesto en la mira a California, Washington y Nuevo México, advirtiéndoles que perderán millones de dólares en fondos federales si no garantizan que todos los camioneros tengan un conocimiento mínimo de inglés.
La advertencia llega desde el Departamento de Transporte de Estados Unidos (DOT), que reclama el cumplimiento de una normativa federal que exige a los conductores de camiones ser capaces de entender señales viales y comunicarse con las autoridades en carretera.
“Los estados no eligen qué normas federales siguen”, sentenció el secretario de Transporte, Sean Duffy, en un comunicado oficial. Además, otorgó a los tres estados —todos gobernados por el Partido Demócrata— un plazo de 30 días para implementar la medida.
Millones de dólares en juego
El aviso no es menor: el gobierno amenaza con retirar los recursos del Programa de Asistencia para la Seguridad de Transportistas (MCSAP), del que dependen los departamentos de transporte estatales para financiar controles y seguridad vial.
En 2023, California recibió 46 millones de dólares a través de este programa, mientras que Washington obtuvo 9,6 millones y Nuevo México, 6,7 millones. La pérdida de estos fondos supondría un duro golpe a las políticas de transporte y control en esas jurisdicciones.
Un accidente como argumento
Duffy justificó la presión citando un reciente accidente en Florida, en el que murieron tres personas, para señalar los riesgos de tener camioneros sin dominio del inglés. Según explicó, el caso demuestra la necesidad de tomar medidas “agresivas” para garantizar que quienes manejan vehículos de gran tonelaje estén plenamente cualificados.
“Queremos asegurarnos de que cada conductor al mando de un camión de 40 toneladas pueda responder adecuadamente en la carretera y comunicarse con las fuerzas de seguridad”, subrayó el secretario.
Un pulso político de fondo
La advertencia se interpreta también como un nuevo pulso político de la Administración Trump con los estados demócratas. California, en particular, ya ha tenido varios enfrentamientos con Washington por cuestiones migratorias, medioambientales y de seguridad laboral.
Para los críticos, la medida tiene un trasfondo más político que práctico, ya que muchos camioneros con dominio limitado del inglés cumplen rigurosamente con las normas de tránsito. Organizaciones de transporte han advertido que imponer la medida de forma estricta podría reducir la fuerza laboral en un sector que ya enfrenta escasez de conductores.
Próximos pasos
Ahora, los tres estados deberán decidir si se alinean con la normativa federal para no perder los recursos, o si plantan cara a la administración y se arriesgan a un conflicto legal y financiero.
Lo cierto es que, entre la seguridad vial y la presión política, los camioneros se encuentran nuevamente en el centro de un debate que mezcla regulaciones federales, tensiones partidistas y el delicado equilibrio de la economía del transporte en Estados Unidos.