La DGII formalizó a 3,000 nuevos contribuyentes gracias a la digitalización
La Dirección General de Impuestos Internos (DGII) ha combinado tecnología de punta con una estrategia audaz y ha logrado formalizar a más de 3,000 nuevos contribuyentes. Este logro, que destaca la capacidad de la institución para innovar, se debe en gran parte a la implementación de la Facturación Electrónica y a un sistema avanzado de detección de anomalías.
“La Facturación Electrónica es el mayor hito de nuestra institución y representa el presente y el futuro de la administración tributaria”, aseguró Luis Valdez Veras, director general de la DGII, durante una entrevista en el programa DGII 360.
Un sistema que revela la realidad
El sistema de detección de anomalías, desarrollado en colaboración con el Centro Interamericano de Administraciones Tributarias (CIAT) y Microsoft, ha permitido a la DGII cruzar datos y descubrir a miles de personas que, sin estar registradas formalmente, ya emitían comprobantes de compra a proveedores informales.
Este fenómeno ha sido un claro indicio de la formalización gradual de la economía, un cambio que, según la DGII, es impulsado por la transparencia inherente a la factura electrónica.
Hasta la fecha, la institución ha procesado más de mil millones de comprobantes fiscales electrónicos, alcanzando una cobertura del 96% entre los grandes contribuyentes.
Lo más notable es que de las 80,000 personas no registradas que recibieron comprobantes electrónicos, alrededor del 5% ya se han formalizado, una cifra que, aunque inicial, demuestra la solidez del sistema.
Los comprobantes de compras son una herramienta clave. Estos documentos, diseñados para transparentar las transacciones de los contribuyentes que adquieren bienes o servicios de personas no registradas, sirven no solo como un respaldo para quien recibe el ingreso, sino también como un catalizador para que estos últimos den el paso hacia la formalización.
La era de la digitalización total
El éxito de la DGII va más allá de la factura electrónica. La institución ha realizado una inversión significativa en su infraestructura tecnológica. Con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), modernizaron su Centro de Datos, un espacio de última generación que garantiza la seguridad y disponibilidad de la información con una capacidad de almacenamiento proyectada para los próximos 10 a 15 años.
La transformación ha sido integral: los servicios más demandados, como la Oficina Virtual y la aplicación DGII móvil, han sido digitalizados, permitiendo a los contribuyentes realizar trámites de manera ágil y sin necesidad de visitar una oficina.
Además, la interconexión con otras entidades del Estado ha simplificado procesos que antes eran tediosos. Por ejemplo, un importador ahora puede gestionar la primera placa de un vehículo en tan solo tres días laborables, gracias a la integración con la Dirección General de Aduanas (DGA).
Asimismo, la colaboración en línea con el Ministerio de Hacienda ha agilizado los reembolsos, exenciones fiscales y operaciones de Confotur, aumentando la transparencia y la eficiencia.
Migración a la nube: un paso estratégico
Para complementar su robusto Centro de Datos, la DGII ha iniciado un proceso de migración gradual a plataformas en la nube, amparado por una modificación del artículo 56 del Código Tributario. Sistemas críticos como el de gestión de pagos (SAP), recursos humanos y otras aplicaciones institucionales ya operan en la nube. Este movimiento no significa el abandono de su moderna infraestructura local, sino un complemento para lograr mayor seguridad y escalabilidad.
“Con esta nueva herramienta, la DGII puede seguir innovando y manteniéndose a la vanguardia en los próximos años”, explicó Valdez Veras, resaltando que la estrategia es contar con un tercer respaldo en la nube para fortalecer la resiliencia del sistema.
Mirando al futuro
El director general concluyó que la agenda de la DGII no se detiene. El próximo desafío es la expansión de la Facturación Electrónica y la consolidación de la integración tecnológica con la DGA y el comercio exterior.
“La transformación digital se traduce en mayor eficiencia para la Administración tributaria, más facilidades para los contribuyentes y un modelo de servicio resiliente, capaz de responder a los desafíos de la economía moderna”, finalizó Valdez Veras.