Incursión de 30 militares de Pyongyang provoca disparos de advertencia surcoreanos
El Comando de Naciones Unidas (UNC), bajo liderazgo de Estados Unidos, confirmó este domingo un incidente que volvió a encender las alarmas en la siempre frágil frontera entre las dos Coreas. Unos 30 soldados norcoreanos cruzaron la Línea de Demarcación Militar (MDL) y avanzaron hacia el lado sur, obligando a las tropas de Corea del Sur a realizar disparos de advertencia.
El hecho ocurrió mientras militares de Pyongyang realizaban labores de construcción y refuerzo en la Zona Desmilitarizada (DMZ), un área donde ya se habían registrado movimientos similares en los últimos meses.
Según el portavoz de la Comisión de Armisticio Militar del UNC, pese a las reiteradas señales de advertencia lanzadas por los surcoreanos, los soldados norcoreanos no respondieron en absoluto, lo que precipitó la acción disuasiva de Seúl.
El incidente fue revelado tras una consulta de la agencia surcoreana Yonhap, apenas un día después de que Corea del Norte acusara al ejército del Sur de abrir fuego en más de diez ocasiones contra sus tropas mientras trabajaban en un proyecto fronterizo.
Investigación y tensiones cruzadas
De acuerdo con el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur, la violación de la frontera ocurrió el martes pasado, y la investigación del caso ya está en marcha bajo la supervisión de la UNCMAC.
Aunque Corea del Norte había notificado previamente sobre trabajos de construcción en determinadas zonas de la DMZ, el cruce de la MDL fue catalogado como una acción que excedía esos límites.
El portavoz del comando internacional subrayó que el valor de esas notificaciones previas radica en evitar incidentes como este, y reiteró la disposición a dialogar con Pyongyang para reducir riesgos. “La UNC reconoce la importancia del diálogo abierto como herramienta clave para prevenir malentendidos”, puntualizó.
Frontera cada vez más reforzada
Desde abril del año pasado, las fuerzas norcoreanas han intensificado las tareas de fortificación en la línea divisoria. Se han observado vallas de alambre de púas y otras barreras físicas colocadas de manera sistemática, lo que evidencia la intención de Pyongyang de cerrar aún más la frontera con su vecino del Sur.
El episodio ocurre en un contexto en el que las relaciones intercoreanas atraviesan uno de sus momentos más tensos de la última década. Cualquier movimiento en falso, como este cruce inesperado, puede escalar con rapidez y convertirse en un nuevo punto de fricción militar y diplomática en la península.
Mientras tanto, este último incidente sirve como un recordatorio de que en la frontera más militarizada del planeta, un paso en falso puede encender la mecha del conflicto. Con datos de Europa Press.