La NASA enviará cuatro tripulantes a orbitar la Luna y preparar futuras misiones
La NASA ultima los preparativos para Artemis II, la misión que marcará el regreso de los astronautas a las inmediaciones de la Luna más de cinco décadas después de las hazañas del programa Apolo. En una fecha aún por confirmar, cuatro tripulantes pasarán diez días en el espacio a bordo de la nave Orión, con el objetivo de probar sus sistemas en condiciones reales y sentar las bases de la exploración lunar y, en el futuro, marciana.
El vuelo no incluye alunizaje, pero sí un recorrido orbital que permitirá a los astronautas acercarse a la superficie lunar, fotografiar su geología y observar fenómenos que podrían resultar clave para futuras expediciones.
Según la NASA, esta misión representa un paso decisivo hacia el objetivo de instalar presencia humana en la región del polo sur lunar, un punto estratégico por la posible presencia de agua en forma de hielo.
La tripulación que hará historia
El equipo de Artemis II está compuesto por los estadounidenses Reid Wiseman, Victor Glover y Christina Koch, junto al canadiense Jeremy Hansen, de la Agencia Espacial Canadiense. Ellos serán los primeros en volar alrededor de la Luna en más de medio siglo y podrían convertirse en los primeros humanos en observar a simple vista partes de su cara oculta, dependiendo de la trayectoria final de la misión.
Durante el trayecto, la tripulación llevará a cabo observaciones científicas, registrando imágenes de cráteres de impacto, antiguos flujos de lava y otras formaciones geológicas.
También estudiarán fenómenos enigmáticos como el polvo que parece flotar en el horizonte lunar o los destellos provocados por rocas espaciales al golpear la superficie, información que ayudará a entender la frecuencia con que la Luna recibe estos impactos.
Un laboratorio en órbita
Kelsey Young, responsable de ciencias lunares del programa en el Centro Goddard de la NASA, explicó que Artemis II será el primer escenario para poner en práctica las técnicas de observación y análisis desarrolladas en los entrenamientos. “Brinda la oportunidad de que científicos e ingenieros trabajen juntos en tiempo real durante las operaciones”, destacó.
La misión recupera así el espíritu explorador del programa Apolo, pero con una mirada más amplia: convertir la Luna en un banco de pruebas para la exploración de Marte.
En Artemis III, que ya contempla un alunizaje en el polo sur, los astronautas recogerán rocas, instalarán instrumentos y estudiarán el terreno con detalle. Las muestras recolectadas podrían ser analizadas durante décadas en la Tierra, como ocurrió con las piedras lunares traídas por las misiones de los años setenta.
La nueva generación de exploradores
Mientras tanto, la NASA prepara el relevo. El 22 de septiembre presentará a su nueva promoción de astronautas, seleccionados entre más de 8.000 aspirantes.
Tras dos años de intenso entrenamiento, estarán listos para incorporarse a futuras misiones en órbita baja, en la Luna y, con el tiempo, en Marte.
Con Artemis II, la humanidad se asoma nuevamente a la frontera lunar. Con Datos de Europa Press.