Migración y Ejército detienen a más de 50 haitianos en intentos de cruce ilegal
La madrugada en Azua fue interrumpida por una operación que puso al descubierto una peligrosa red de tráfico de personas. Ocho motoristas haitianos y un dominicano intentaban llevar a 38 indocumentados hacia Santo Domingo, deslizándose entre caminos rurales y matorrales en el sector Cigueñal, amparados en la oscuridad de la noche.
Lo que no sabían es que ya estaban en la mira de la Dirección General de Migración (DGM). Gracias a labores de inteligencia y vigilancia, las autoridades lograron interceptar al grupo antes de que salieran de la provincia. Cada motorista llevaba hasta cinco personas en su vehículo, lo que da una idea del nivel de riesgo y precariedad en el que estas personas eran transportadas.
Uno de los detenidos, un dominicano que llevaba a cuatro indocumentados en su motocicleta, será procesado judicialmente por violar la Ley 285-04 sobre Migración. Los nacionales haitianos, por su parte, fueron llevados al Centro de Retención de Haina, donde serán identificados y posteriormente deportados, según los protocolos vigentes.
Desde la DGM se reafirmó que este tipo de operativos continuarán, como parte de los esfuerzos para combatir el tráfico ilegal de personas y fortalecer la seguridad nacional.
Pero este no fue el único golpe a las redes de tráfico de indocumentados.
Drones, monte y detección silenciosa en Mao
A más de 200 kilómetros al norte, en Mao, provincia Valverde, otro operativo se desarrollaba en simultáneo. Esta vez, con el apoyo de drones.
En una plantación de plátanos en el sector Las Caídas, 17 haitianos en condición migratoria irregular intentaban esconderse entre la vegetación, esperando el momento para seguir avanzando hacia el interior del país. Entre ellos había diez hombres, seis mujeres y un menor de edad.
Los drones los detectaron. Las patrullas terrestres del Ejército no tardaron en llegar. El grupo fue detenido sin mayores incidentes y trasladado a la 4.ª Brigada de Infantería del Ejército, donde fueron entregados a Migración para continuar con los procesos legales correspondientes.
Una guagua blanca y documentos escondidos en San Juan
Mientras tanto, en el sur, en San Juan de la Maguana, otro intento de cruce fue desarticulado. Esta vez no fueron motores ni caminos rurales. Fue un minibús blanco, Toyota Coaster, que circulaba por la Carretera Sánchez.
En un chequeo improvisado en el kilómetro 13, miembros del 12.º Batallón de Montañeros del Ejército detuvieron el vehículo. Lo conducía Augusto Reyes Encarnación. Dentro del minibús viajaban tres haitianos indocumentados. Pero el hallazgo más preocupante vino después.
Durante la revisión, debajo del asiento del chofer, los soldados encontraron un pequeño arsenal de documentos: cuatro pasaportes haitianos, siete cédulas de identidad y electoral dominicanas a nombre de distintas personas, dos tarjetas de crédito y un celular. También llevaba RD$6,800 en efectivo.
Reyes Encarnación y los tres extranjeros fueron llevados a la Fortaleza General José María Cabral para ser puestos a disposición de las autoridades competentes.
Una red en expansión, una vigilancia más intensa
Lo que revelan estos tres casos es una constante: el tráfico de indocumentados sigue siendo un negocio activo, con rutas, contactos y logística. Pero también hay una realidad paralela: los operativos están siendo más coordinados, con mejor tecnología, inteligencia y presencia en el terreno.
Ya no solo se actúa en las grandes ciudades. Las autoridades están apuntando a las rutas secundarias, los caminos de monte y los escondites rurales que durante años sirvieron como puntos ciegos.
Con estos tres golpes, más de 50 personas en condición irregular fueron detenidas en apenas 24 horas. No es un número menor, ni una coincidencia.
La DGM y el Ejército dominicano están dejando claro que el cruce ilegal ya no es tan sencillo como antes. Las rutas están vigiladas. Los drones están en el aire. Y el margen de error para quienes se dedican a este negocio es cada vez más estrecho.
