Un pakistaní y un afgano están acusados de asesinar a una mujer en la tienda de uno de ellos.
En San Cristóbal, la justicia decidió imponer tres meses de prisión preventiva al pakistaní Yasir Riaz y al afgano Hikmatullah Atta Mohammad, acusados de un crimen que ha estremecido a la comunidad: el asesinato de la joven dominicana Bebele Estefanía Fernández Casado, de 32 años, cuyo cuerpo fue hallado amordazado y ensangrentado en las aguas del río Haina.
El hecho ocurrió el 29 de julio de 2025 dentro de una tienda de celulares en el sector Villa Valdez, propiedad de Riaz. Según la investigación, tras golpear brutalmente a la víctima, los imputados trasladaron el cuerpo y lo lanzaron al río en la comunidad de Quita Sueño. Al día siguiente, las autoridades encontraron a la mujer con un trauma craneoencefálico severo, confirmando la violencia con la que fue atacada.
Un crimen que sacude y deja preguntas abiertas
Más allá de la frialdad del expediente judicial, el caso plantea interrogantes que aún no tienen respuesta. ¿Cuál fue el móvil real del crimen? ¿Qué motivó a los acusados a actuar con tanta saña? La Fiscalía de San Cristóbal asegura que continúa profundizando las pesquisas.
Los imputados intentaron escapar. Fueron arrestados en Sabana Cruz de Bánica, en la provincia Elías Piña, mientras se desplazaban en motocicleta rumbo a la frontera, en lo que parece un intento desesperado de abandonar el país.
La justicia actúa, pero la indignación persiste
Durante la audiencia, el Ministerio Público, representado por los fiscales Belkis Tejeda y Daryl Montes de Oca, presentó las pruebas que vinculan a los extranjeros con el asesinato, calificando el caso bajo los artículos más severos del Código Penal Dominicano, entre ellos el homicidio agravado.
El juez José Carlos Arias Nina aceptó los planteamientos y ordenó el envío de los imputados a prisión: Riaz cumplirá en la cárcel de Baní, mientras que Atta Mohammad fue trasladado al CCR Najayo Hombres.
El crimen de Bebele Estefanía Fernández Casado no es un hecho aislado. Se suma a una lista creciente de violencia extrema contra mujeres en República Dominicana, que año tras año deja cifras alarmantes y un sentimiento de impotencia colectiva.
El caso, además, pone en la mira a inmigrantes que llegan al país y que, en algunos casos, se ven vinculados a delitos graves, un tema que despierta tensiones sociales y políticas.