Los países miembros de la alianza condenan el despliegue militar y las acusaciones de EE. UU.
La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA-TCP) ha arremetido contra la ofensiva estadounidense contra el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. Los diez países miembros del bloque condenaron el miércoles lo que califican como una "nefasta persecución" por parte de Washington, que acusa a Maduro de narcotráfico y ha ofrecido una recompensa millonaria por su captura.
En un comunicado contundente, la alianza también rechazó enérgicamente el despliegue de buques de guerra estadounidenses en aguas cercanas a las costas de Venezuela.
Los líderes del ALBA-TCP han manifestado su "más firme y absoluto respaldo" a Maduro, denunciando una "ofensiva de persecución" que, según ellos, no tiene precedentes.
La Casa Blanca ha ofrecido una recompensa de más de 40 millones de dólares a cambio de información que permita la detención de Maduro, a quien vinculan con cárteles de la droga.
La alianza tacha estas acusaciones de "infundadas, mitómanas y carentes de sustento legal," considerándolas una herramienta de hostigamiento mediático y diplomático para deslegitimar gobiernos soberanos.
El comunicado no se detiene ahí, advirtiendo que estas "maniobras" representan un ataque directo a la independencia de Venezuela y una amenaza a la estabilidad y la autodeterminación de todos los pueblos de América Latina y el Caribe.
El grupo condenó de forma categórica el despliegue de buques ordenado por el entonces presidente Donald Trump, acusándolo de emprender "políticas ilegales e injerencistas."
La alianza insiste en que estas operaciones militares, "disfrazadas de operaciones antidrogas," no solo amenazan la paz regional, sino que también constituyen una "violación flagrante" del Derecho Internacional y de la Carta de las Naciones Unidas. En consecuencia, exigen su "cese inmediato".
Ante la escalada de tensiones, los países del ALBA-TCP respaldaron la propuesta del presidente de Colombia y presidente temporal de la CELAC, Gustavo Petro, de convocar una reunión "urgente" de sus ministros de Exteriores. El objetivo es "fijar una posición conjunta, digna y soberana" que sirva como frente común ante las presiones de Estados Unidos.
El comunicado también aprovecha para denunciar el "extremo" endurecimiento del bloqueo impuesto a Cuba por la administración Trump, que, según afirman, causa "graves perjuicios al bienestar del pueblo cubano".
La declaración concluye con una condena general a la "política imperialista de hostigamiento y desestabilización," que utiliza "medidas coercitivas unilaterales, bloqueos, chantajes diplomáticos y campañas mediáticas" para socavar la paz y la seguridad en la región, contradiciendo el espíritu de cooperación que debería imperar entre las naciones libres. Con datos de Europa Press.