La ópera prima dominicana obtiene cuatro galardones y consolida su impacto cultural
La película dominicana “Sugar Island”, dirigida por Johanné Gómez Terrero, se ha convertido en una de las grandes revelaciones del cine latinoamericano al conquistar cuatro premios internacionales en agosto de 2025.
Durante el 29° Festival de Cine de Lima PUCP, realizado del 7 al 16 de agosto, la obra obtuvo tres galardones que reafirman su valor artístico y social.
El jurado reconoció a Gómez Terrero con el Premio a la Mejor Dirección en la Competencia Latinoamericana Ficción.
Además, el trabajo de Alván Prado recibió la Segunda Mención Especial a la Mejor Fotografía, destacando su capacidad de narrar con imágenes cargadas de fuerza estética.
El tercer reconocimiento en Lima fue el Premio OIT – CINETRAB al Trabajo Decente, entregado en memoria de Javier Neves Mujica, que distingue producciones que abordan los derechos laborales y la dignidad de los trabajadores.
Éxito en filadelfia reafirma propuesta dominicana
Antes de Lima, “Sugar Island” había brillado en Estados Unidos. En el Festival Internacional de Cine Blackstar de Filadelfia, fue distinguida con el Premio a la Mejor Película Narrativa, imponiéndose entre 93 producciones.
El jurado resaltó que se trata de “una película intencional y cuidadosa, con una textura compleja, un tono espiritual visceral y una fotografía bellamente construida que envuelve al espectador sin restar fuerza a sus prácticas culturales”.
Un cine social que aborda identidad, raza y clase social
La película, coproducción entre República Dominicana y España, cuenta la historia de Makenya, una adolescente embarazada que vive en un batey en medio de la mecanización de la industria azucarera. La narrativa mezcla elementos de ficción y documental, explorando temas de identidad, raza y desigualdad social.
La crítica especializada ha elogiado su valentía narrativa, el rigor documental y una estética visual envolvente, calificándola como una de las piezas más relevantes del nuevo cine social latinoamericano.
Los premios obtenidos no solo consolidan la carrera de Gómez Terrero, sino que marcan un logro histórico para el cine dominicano, reafirmando que las narrativas caribeñas tienen un lugar destacado en el panorama internacional.