El presidente apoya medidas para reforzar orden y presentación estudiantil
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, volvió a poner la educación en el centro del debate nacional al defender las “medidas disciplinarias” que comenzarán a aplicarse en las escuelas públicas. Según explicó, se trata de una apuesta para “transformar por completo el sistema educativo” y preparar a las nuevas generaciones frente a los desafíos del futuro.
El mensaje del mandatario, difundido a través de sus redes sociales, recogido por Europa Press, llegó poco después de que la ministra de Educación, Karla Trigueros, anunciara una serie de disposiciones dirigidas a fortalecer la disciplina y el orden en los centros escolares.
“Para construir el El Salvador que soñamos, debemos cambiar desde la base, y eso empieza en nuestras aulas”, señaló Bukele, quien respaldó la estrategia ministerial como parte de su visión de modernización del país.
Entre las normas que se pondrán en marcha destacan exigencias tradicionales, pero ahora formalizadas como políticas estatales: uso obligatorio de uniforme, cortes de pelo adecuados, hábitos de higiene claros y una presentación personal cuidada.
La idea, según la ministra Trigueros, es que la escuela vuelva a ser un espacio donde se enseñe tanto conocimiento como disciplina.
La funcionaria subrayó que los docentes y directores tendrán un rol central en este proceso, ya que se espera de ellos no solo que hagan cumplir las disposiciones, sino que también actúen como modelos de orden y conducta para los estudiantes.
“El ejemplo es fundamental. Queremos que los maestros encarnen la disciplina que buscamos fomentar”, expresó.
Trigueros advirtió, además, que el incumplimiento de estas directrices por parte de los directores será considerado una falta grave de responsabilidad administrativa, lo que abre la puerta a sanciones y procesos disciplinarios contra quienes no apliquen las medidas.
La iniciativa ha generado debate en distintos sectores. Para el Gobierno, la apuesta busca recuperar el respeto en las aulas y formar ciudadanos con valores de responsabilidad y compromiso. Sus críticos, sin embargo, advierten que la visión disciplinaria podría derivar en un enfoque excesivamente rígido y poco inclusivo.
Bukele, que ha construido gran parte de su popularidad en torno a un discurso de orden y control, vuelve a extender esa lógica al ámbito educativo. Con un sistema escolar que arrastra problemas históricos de deserción, bajo rendimiento y falta de recursos, el presidente insiste en que la disciplina es el primer paso hacia una educación de calidad.“Queremos preparar a los jóvenes no solo para aprobar exámenes, sino para afrontar la vida con disciplina, responsabilidad y estándares elevados”, reiteró el mandatario.