Marius Borg, imputado por cuatro violaciones y violencia machista contra su expareja.
Un escándalo ha sacudido a la monarquía noruega. La Fiscalía del país ha imputado a Marius Borg Høiby, el hijo de la princesa heredera Mette-Marit, por un total de 32 delitos. Las acusaciones son de extrema gravedad e incluyen cuatro cargos de violación y violencia machista contra su expareja, Nora Hakland.
Las imputaciones llegan después de una larga investigación que comenzó hace más de un año. El caso cobró notoriedad en agosto de 2024, cuando Borg fue arrestado por agredir a su entonces novia, lo que desató una serie de denuncias por parte de otras mujeres.
El fiscal general de Noruega, Sturla Henriksbo, calificó el caso como "grave" y subrayó el impacto de la violencia en la vida de las víctimas. "La violencia machista y las violaciones pueden dejar profundas cicatrices y destruir vidas", declaró Henriksbo a la emisora de radio NRK.
Además de los cargos principales, Borg también ha sido imputado por una lista de otros delitos que amplían la seriedad del caso. Entre ellos se encuentran amenazas de muerte, agresión a un agente de la autoridad y varias violaciones a las normativas de tráfico. Si el tribunal lo encuentra culpable, podría enfrentar una pena de prisión de hasta diez años.
La noticia ha generado un gran revuelo en el país, poniendo en el centro de la atención pública a una figura que ya era conocida por su estilo de vida alejado de los protocolos reales.
La madre de Marius, la princesa Mette-Marit, se casó con el príncipe heredero Haakon en 2001, y Marius, al ser hijo de una relación anterior, no forma parte de la línea de sucesión al trono, pero su estatus mediático siempre ha estado ligado a la familia real.
El proceso judicial avanza en un entorno de gran expectación. La Fiscalía ha reunido pruebas suficientes para presentar los cargos y ahora el caso pasará a manos de la justicia para que se determine el futuro del joven.
Para la familia real noruega, este es un momento de gran desafío, ya que deberán manejar la situación con la máxima transparencia y respeto por el debido proceso.
El desenlace de este caso marcará un precedente importante, no solo para la familia real, sino para la sociedad noruega en su conjunto, que se encuentra muy sensibilizada con los temas de violencia de género. Con datos de Europa Press