Disparos en una tetería de Crown Heights siembran el terror en la madrugada
Un nuevo episodio de violencia armada sacudió la madrugada de este domingo a Brooklyn. Tres hombres fueron asesinados y otras ocho personas resultaron heridas en un tiroteo dentro de la tetería Taste of the City, ubicada en el barrio de Crown Heights.
El ataque ocurrió cerca de las 3:30 de la madrugada, cuando varios hombres armados irrumpieron en el local y comenzaron a disparar indiscriminadamente contra los presentes. El caos se desató en segundos: gritos, sillas volcadas y clientes intentando escapar de la lluvia de balas.
La comisionada de Policía de Nueva York, Jessica Tisch, informó en rueda de prensa que las víctimas mortales son tres hombres de entre 27 y 35 años, todos declarados muertos en la escena. Los ocho heridos –cinco hombres y tres mujeres– fueron trasladados a hospitales cercanos, donde permanecen estables y fuera de peligro.
Hasta el momento, ningún sospechoso ha sido detenido. Las autoridades investigan tanto el móvil del ataque como la identidad de los tiradores. La Policía mantiene un fuerte despliegue en la zona y ha pedido la colaboración ciudadana para dar con los responsables.
“Se escucharon disparos como si fueran fuegos artificiales, pero luego todo fue gritos y sirenas”, contó un residente que vive a pocas calles del local.
El hecho vuelve a encender el debate sobre la violencia armada en Nueva York, un problema que, pese a los esfuerzos de las autoridades, continúa dejando un reguero de víctimas en distintos distritos.
Investigación en curso
La comisionada Tisch aseguró que se destinarán todos los recursos necesarios para esclarecer el caso y llevar a los responsables ante la justicia. Detectives revisan grabaciones de cámaras de seguridad, mientras equipos forenses trabajan en el levantamiento de pruebas dentro y fuera del establecimiento.
El tiroteo, ocurrido en una de las ciudades con mayores restricciones a la posesión de armas en Estados Unidos, refuerza las alarmas sobre la facilidad con que las armas ilegales circulan en barrios densamente poblados.
Mientras tanto, familiares de las víctimas y sobrevivientes intentan asimilar una madrugada que se convirtió en tragedia.