El Kremlin plantea quedarse con el este de Ucrania a cambio de frenar su ofensiva
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha vuelto a mover ficha en el tablero de la guerra de Ucrania. Según fuentes cercanas a la cumbre celebrada este viernes en Alaska con el mandatario estadounidense Donald Trump, el líder del Kremlin ha planteado una oferta directa: quedarse con todo el Donbás, la región oriental que incluye Donetsk y Lugansk, a cambio de congelar su ofensiva en el sur y frenar los ataques con drones y misiles sobre el resto del país.
El plan, presentado como una “concesión territorial”, supondría que las tropas ucranianas abandonaran la zona, lo que dejaría a Moscú el control completo de un territorio clave tanto por su peso industrial como por su valor estratégico. A cambio, Rusia detendría las operaciones en los frentes de Zaporiyia y Jersón y suspendería los bombardeos contra ciudades del centro y el oeste de Ucrania.
Condiciones más allá del Donbás
Pero Putin no se limita a esa propuesta, recoge Europa Press. El Kremlin mantiene firmes sus “condiciones fundamentales”: que Ucrania se declare potencia no nuclear, que renuncie a la OTAN y que reconozca como irreversibles las anexiones de territorio ya consumadas, incluida Crimea.
También exige garantías para la población rusoparlante y, en un plano más simbólico, que el idioma ruso sea cooficial en Ucrania y que las iglesias ortodoxas rusas puedan operar sin restricciones.
Aunque algunos interlocutores en la reunión sugirieron que Putin estaría dispuesto a negociar una retirada limitada de las regiones de Sumi y Járkov, la prioridad rusa sigue siendo consolidar su control sobre el este del país.
Actualmente, las tropas de Moscú dominan la mayor parte de Lugansk y cerca del 70% de Donetsk, aunque el cinturón de ciudades en el oeste de esa provincia continúa en manos ucranianas y constituye una defensa vital.
Seguridad bajo negociación
Otro de los puntos discutidos en Alaska fue la cuestión de las garantías de seguridad. Trump transmitió a los líderes europeos que Putin estaría abierto a una solución internacional para blindar a Ucrania frente a futuras ofensivas, siempre y cuando no implique a la OTAN.
El presidente estadounidense incluso barajó la creación de una fuerza multinacional “con Europa y otros países”, pero sin el sello de la Alianza Atlántica.
El canciller alemán, Friedrich Merz, ha confirmado que Washington está dispuesto a participar en ese esquema, lo que evitaría dejar toda la responsabilidad en manos de los europeos.
Zelenski, en el centro de la tormenta
El próximo paso será la reunión prevista entre Trump y el presidente ucraniano Volodímir Zelenski en la Casa Blanca. Fuentes diplomáticas aseguran que también podrían sumarse líderes europeos como Emmanuel Macron, Keir Starmer o el finlandés Alexander Stubb, este último cercano a Trump.
Por ahora, Zelenski mantiene silencio oficial, aunque el Ministerio de Exteriores ucraniano reaccionó con dureza publicando imágenes de ciudades devastadas en Donetsk y Lugansk.
“La guerra de Rusia no es solo contra nuestro territorio, sino contra el derecho de los ucranianos a existir”, denunció el comunicado.En Kiev la postura sigue siendo clara: ninguna paz a cambio de territorios. Para Ucrania, aceptar la propuesta de Putin sería abrir la puerta a nuevas agresiones en el futuro.