El país se prepara para un aumento de las lluvias y un oleaje peligroso en la costa, según el Indomet.
El Centro de Operaciones de Emergencia (COE) ha mantenido la alerta en el país, con ocho provincias en alerta amarilla y una en verde, incluyendo el Distrito Nacional. El huracán Erin, de categoría 3, se encuentra sobre aguas del Atlántico Norte, y aunque no tocará tierra directamente, sus efectos ya se están sintiendo, especialmente en el litoral Atlántico, donde se esperan olas de hasta 12 pies de altura.
El Centro Nacional de Pronósticos del INDOMET ha informado que el sistema, que se localiza a unos 269 km al noreste de Cabo Cabrón, Samaná, produce lluvias, tronadas y ráfagas de viento, ocasionando un oleaje peligroso, corriente de resaca y mar de fondo.
Con vientos máximos sostenidos de 205 km/h, el huracán se desplaza hacia el oeste-noroeste a una velocidad de 20 km/h. Las autoridades siguen monitoreando constantemente su evolución y trayectoria.
El extenso campo nuboso asociado a Erin estará generando aguaceros locales, tormentas eléctricas y ráfagas de viento intensas en varias provincias. Las más expuestas son: La Altagracia, La Romana,San Pedro de Macorís, El Seibo, Hato Mayor, Samaná, María Trinidad Sánchez, Duarte, Espaillat, Puerto Plata. Además, Montecristi, Santo Domingo, Monte Plata, Santiago, La Vega, Monseñor Nouel, Barahona y Pedernales
En alerta amarilla se mantienen: La Altagracia, Hato Mayor, María Trinidad Sánchez, Montecristi, El Seibo, Samaná, Espaillat y Puerto Plata
Y en alerta verde: Santo Domingo y Distrito Nacional
El COE ha hecho un llamado urgente a la población. Quienes se encuentren en las provincias en alerta deben abstenerse de cruzar ríos, arroyos y cañadas que presenten un caudal elevado, ya que el riesgo de arrastre es alto.
Para quienes se dedican a la navegación, el aviso es claro y tajante. Todas las embarcaciones, desde Cabo Engaño (La Altagracia) hasta Montecristi, deben permanecer en puerto debido a los vientos, el oleaje anormal y la visibilidad reducida. En la costa Caribeña, sin embargo, las embarcaciones pueden operar con la debida precaución.
Las prohibiciones impuestas buscan evitar tragedias. En la costa Atlántica, el uso de playas y la práctica de deportes acuáticos están totalmente prohibidos. Además, se ha instado a la población a no acercarse a la orilla para observar el oleaje.
Las autoridades se mantendrán monitoreando la situación y se insta a la población a mantenerse atenta a los boletines oficiales y a seguir de manera responsable las orientaciones de los organismos de protección civil.
En otro orden, una amplia área de aguaceros y tormentas desorganizadas cerca de Carolina del Norte y otra zona de baja presión en el Atlántico tropical no representan peligro para la República Dominicana en los próximos días, ya que su probabilidad de desarrollo ciclónico es muy baja.