La mayoría de los fiscales de todo el país pertenecían -aún siguen perteneciendo- al PLD y la Fuerza del Pueblo.
No se imaginan cuanta rabia, impotencia, desilusión y decepción siento al leer la sentencia evacuada por el Segundo Tribunal Colegiado en torno a los hermanos del expresidente Danilo Medina y compartes.
Me siento burlado, estafado y engañado, al confirmar el entramado judicial que permite que los acusados de malversación de fondos públicos no van a la cárcel por mucho tiempo, ni sean despojados de sus inmensas fortunas.
Una mafia judicial integrada por abogados, fiscales, jueces y periodistas han creado una estructura que impide se haga justicia.
Lo repito por enésima vez: El Partido Revolucionario Moderno (PRM) tan pronto llegó al poder debió destruir casi por completo, el Ministerio Público, sustituir a la mayoría de los jueces de todas las cortes por ser parte del entramado cómplice de la corrupción y impunidad que ha impedido que los políticos y los funcionarios corruptos sean juzgados y condenados de manera ejemplar, despojados de los bienes adquiridos ilícitamente y deshabilitarlos civilmente para que no puedan ocupar ningún cargo público jamás.
Pero no se hizo. Los fiscales no fueron sustituidos, ni los jueces. El tren judicial continuó el camino que les había diseñado y puesto el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), durante los gobiernos de Leonel Fernández y Danilo Medina, que convirtieron la “justicia” en un búnker impenetrable para que ningún funcionario, miembro del Comité Político o el Comité Central fueran acusados y condenados para terminar con sus huesos en la cárcel.
La mayoría de los fiscales de todo el país pertenecían -aún siguen perteneciendo- al PLD y la Fuerza del Pueblo, de Danilo Medina y Leonel Fernández. No es casual que ninguno de los dos haya sido investigados, detenidos o interrogados por su obvia complicidad en los bochornosos actos de prevaricación o corrupción que se discuten en los tribunales y en los medios de comunicación.
Lo que ha pasado durante los cinco años del PRM en el gobierno con relación a la corrupción, es penoso. Pensé que la promesa, el compromiso, el juramento reiterado de que los corruptos serian castigados ejemplarmente, no se han cumplido. Es una tarea pendiente que no se cumplirá mientras el Sistema Judicial no sea transformado “desde la varilla inicial hasta la pintura final”. Sigo creyendo que este pueblo tiene más deseo de justicia, que de alimento.
Lo que acaba de ocurrir en el Segundo Tribunal Colegiado del Distrito Nacional, donde tres juezas condenaron al hermanito de padre y madre del expresidente Danilo Medina, Alexis Medina Sánchez a siete años de cárcel, saldrá en dos o tres años, por soborno, lavado de activos, asociación de malhechores. Su hermana, Magaly Medina, al igual que otros de los imputados, fueron descargados o sentenciados a penas menores. (Y colorín colorado…)
El expediente acusatorio con miles de páginas, lleno de contradicciones, de falsedades, de “pruebas” obtenidas ilegalmente; “allante y movimiento”, “mareo, mareo” para entretener a incautos, para engañarnos nuevamente. Si el expediente era una vergüenza, también lo fue la sentencia de los jueces que tenían una excusa judicial para dictar una sentencia cómplice, como si las partes, imputados, abogados, fiscales y jueces montaron el “reality show” montado en el tribunal ante los ojos del pueblo.
El sainete del Segundo Tribunal Colegiado no es la primera vez que vemos “en vivo” por la televisión, “a todo color”. Otras veces hemos asistido para contemplar ese teatro, con los mismos actores, pero con otros nombres y otros rostros, pero haciendo el mismo papel protagónico. (Recuerdo el “Chavo del 8”, la serie mexicana que entretenía a los adultos mientras embrutecía a los niños, en medio de la violencia, la disfunción familiar y la marginalidad social)
No olvidemos casos icónicos como el de Los Tres Brazos, el barrio que fue vendido poblado por miles de personas, el expediente de los aviones “Super Tucanes”, el de Odebrecht, quiebras fraudulentas de bancos privados, Sunland, entre muchos otros, que, después de años de navegar de tribunal en tribunal, terminaron con sentencias complacientes de dos o tres años, expedientes mal elaborados, concebidos para que los imputados sean descargados posteriormente. Una burla tras otra. ¡Coño, justicia de mierda!
No sé quién carajo inventó la democracia, con los “tres poderes del Estado”, “independientes” uno del otro. ¡Mentira! Justicia para los pobres que “valen menos que la bala que los mata”, impunidad para los corruptos. ¡30 años de cárcel para el infeliz que se roba un pollo o un racimo de plátanos para alimentar a su familia, pero “absolución” y libertad para el corrupto que se roba miles de millones de pesos del Estado.
Prefiero el régimen socialista de China, Vietnam, Corea y Singapur, entre otros, donde los políticos y funcionarios corruptos, no importa su estatura social ni económica, son fusilados por robarle al pueblo su bienestar y su futuro.
El mensaje a la juventud Segundo Tribunal Colegiado es claro: no le robe poco al gobierno, róbele mucho, que nada le pasará. Con el dinero robado podrá sobornar fiscales, jueces, generales, abogados y periodistas. Insisto en que el Sistema Judicial Dominicano tiene que ser evaluado, repensado y transformado para que no hayan “vacas sagradas” y para crear un sistema donde no existan injusticias ni privilegios, donde todos los ciudadanos seamos iguales ante la ley, no unos iguales más iguales que los demás. Mientras no se haga, la justicia nos seguirá fallando, imperdonablemente.