El proyecto reúne a más de 150 artistas bajo la producción de Juan Luis GuerraNueva grabación del himno dominicano rinde tributo a la patria
Santo Domingo.– Este 16 de agosto no solo se conmemoró el 162 aniversario de la Restauración. En el Palacio Nacional también se vivió un momento que mezcla arte, identidad y memoria: el presidente Luis Abinader presentó una nueva grabación del himno nacional dominicano, ejecutada por el Coro Nacional y la Orquesta Sinfónica Nacional, bajo la dirección del maestro José Antonio Molina.

No fue un simple acto ceremonial. Fue una puesta en escena cuidada al detalle, en el Salón de las Cariátides, donde la música se elevó como símbolo de un país que no olvida quién es.
Un proyecto colectivo con alma patriótica
La regrabación no tiene fines comerciales ni responde a ningún impulso de modernización vacía. Se trata de un trabajo concebido como un documento histórico. Lo que se escucha no cambia ni una sola nota del himno original de José Reyes ni una sílaba de las letras de Emilio Prud’Homme. Pero lo que se siente es nuevo: fuerza, nitidez, respeto.
Bajo la producción general de Juan Luis Guerra, y con la ingeniería de sonido del multipremiado Allan Leschhorn, el proyecto reunió a cerca de 150 músicos, cantantes, técnicos y productores. Todos participaron de forma honorífica. Sin cobrar. Por el puro compromiso con su país.
La tecnología empleada fue de alto nivel: micrófonos de precisión quirúrgica, consola SSL, grabación en el Teatro Nacional. Todo para capturar cada matiz, cada vibración del himno con fidelidad absoluta.
“No hay una nota de más”
El maestro José Antonio Molina fue claro: “El himno está intacto. Se ha regrabado con los más altos estándares, pero sin alterar ni una coma de su esencia”. Y lo dice con el orgullo de quien sabe que esa fidelidad no impide la innovación técnica, sino que la potencia.
Para Molina, esta versión no solo actualiza la calidad sonora del himno, sino que lo convierte en una herramienta educativa y emocional para las nuevas generaciones. “Es una manera de enfatizar los valores patrios”, apuntó.
Juan Luis Guerra, al servicio del país
Cuando el ministro de Cultura, Roberto Ángel Salcedo, le propuso a Juan Luis Guerra encabezar la producción, la respuesta fue inmediata. Guerra no dudó.
“Hacer lo mejor por nuestro himno y mantener el nombre de nuestra patria en alto es lo que estamos buscando”, dijo durante el acto.
Su mano se nota: en la elección del equipo, en la calidad del resultado, en el respeto por la música nacional. También en la participación de su colaboradora de siempre, la pianista y arreglista Janina Rosado, quien no ocultó la complejidad del trabajo: “No a menudo tenemos la oportunidad de participar en un proyecto que recrea la representación sonora de la República Dominicana”.
Patrimonio que conecta con el presente
Desde la Comisión Permanente de Efemérides Patrias, su presidente, Juan Pablo Uribe, recalcó que la grabación cumple con el mandato constitucional de mantener el himno como único e invariable. Y lo dijo con firmeza: “Estamos hablando de la historia épica de nuestra nación y de la dominicanidad”.
El ministro Salcedo también destacó que esta nueva grabación es parte de una estrategia más amplia de revitalización de la identidad cultural dominicana, especialmente entre los jóvenes. “Transmitir valores culturales de una generación a otra es la única manera de preservar nuestro patrimonio”, aseguró.
Un símbolo renovado, pero intacto
La nueva versión del himno nacional no pretende reemplazar lo que ya era sagrado. Solo busca amplificarlo. Llevarlo a más oídos, con más claridad, con más potencia. Es un gesto de respeto y también de responsabilidad.
Con esta regrabación, el himno se convierte en una pieza más viva, más cercana, sin perder un gramo de solemnidad. Una producción a la altura de lo que representa: el espíritu de un pueblo que se reconoce en sus notas y en su letra. Y que, al escucharlo, recuerda por qué sigue de pie.