El evento, que relanza un legado deportivo, busca unir a la comunidad dominicana.
El espíritu deportivo de la diáspora dominicana se encendió en Nueva York con la inauguración de los Juegos Juan Pablo Duarte. En una ceremonia vibrante y llena de fervor patrio, celebrada en el Lehman College del Bronx, el ministro de Deportes, Kelvin Cruz, el cónsul general Jesús "Chú" Vásquez y el alcalde de Nueva York, Eric Adams, dieron formalmente inicio a este evento que busca fortalecer el lazo entre la República Dominicana y su comunidad en el extranjero.
El acto reunió a una multitud de autoridades locales, representantes consulares, dirigentes deportivos, entrenadores y familias que celebraron el relanzamiento de unos juegos que, según el ministro Cruz, "están sembrados en el corazón de los dominicanos".
Cruz destacó el apoyo del presidente Luis Abinader para la realización del evento y agradeció a todos los que contribuyeron a hacer realidad esta jornada.
Un homenaje a los pilares del deporte
El ministro de Deportes aprovechó su intervención para agradecer públicamente al cónsul Vásquez, a la Unión Deportiva de dominicanos en Nueva York y a su presidente, Evaristo Madrigal, así como a Roberto Rojas, director general de los juegos.
También extendió una merecida felicitación a Nurys D’Oleo y Luisín Mejía, a quienes se les dedicó esta edición en reconocimiento a su labor.
Precisamente, Luisín Mejía, presidente de Centro Caribe Sports, tomó la palabra para rememorar la fundación de la Asociación de Softbol en la ciudad y subrayar el enorme potencial de la comunidad dominicana para impulsar a los jóvenes de la diáspora a través del deporte.
El compromiso con el evento se hizo evidente con la presencia de figuras clave del deporte y la política. Garibaldi Bautista, presidente del Comité Olímpico Dominicano; Evaristo Madrigal, presidente de la Unión Deportiva de Nueva York; y Roberto Rojas, director de los juegos, también dirigieron unas palabras a los presentes, destacando la importancia de la iniciativa.
Ámbar Fulgencio, una destacada corredora de 100 metros con vallas en universidades de Estados Unidos, tuvo el honor de tomar el juramento deportivo, un momento que simbolizó el compromiso de los atletas con el juego limpio y la camaradería.
La ceremonia culminó con las palabras del alcalde Eric Adams, quien expresó su profunda conexión con el deporte y con la comunidad dominicana de Nueva York.
Los Juegos Juan Pablo Duarte no son solo una competencia; son una celebración de la identidad, el talento y la unidad de una de las comunidades más vibrantes de la Gran Manzana.
Más de 2,500 atletas de diversas comunidades dominicanas en Estados Unidos se han dado cita en los Juegos Juan Pablo Duarte en Nueva York, para competir en unas 21 disciplinas deportivas. Este evento no solo es una competencia, sino una celebración de la identidad y el deporte para la diáspora.
Competencias deportivas
Los Juegos Juan Pablo Duarte incluyen una gran variedad de deportes, desde los más tradicionales hasta otros menos comunes, para ofrecer un espacio inclusivo a todos los participantes.
Entre las disciplinas que se celebrarán están: Atletismo, Béisbol, Sóftbol, Baloncesto, Voleibol, Fútbol, Tenis de mesa, Tenis de campo, Arco y flecha, Judo
También participarán en Karate, Tae Kwon Do, Boliche, Ajedrez, Dominó, Ciclismo, Billar, Lacrosse y Vitilla
Además de estos, también se incluyen deportes como el Footkey y el Rigoball, lo que demuestra la diversidad de la justa.
Comunidades participantes
Aunque el evento se realiza en la ciudad de Nueva York, reúne a atletas de diferentes estados y comunidades dominicanas de la diáspora. Los juegos cuentan con la participación de deportistas provenientes de zonas aledañas a Nueva York, como El Bronx, New Jersey y Long Island, así como de otras ciudades con una fuerte presencia dominicana, tales como Boston, Filadelfia, Providence (Rhode Island) y Lawrence (Massachusetts).
El objetivo de los Juegos es no solo fomentar el talento deportivo, sino también fortalecer los lazos entre la comunidad dominicana en el extranjero y reafirmar su identidad cultural.
