La furia de Erin sube a 230 km/h y sus efectos indirectos golpean al país.
El huracán Erin ha alcanzado la categoría 4, y sus vientos sostenidos ahora superan los 230 km/h, una fuerza formidable que ya se siente en la República Dominicana a pesar de que el ojo del huracán se mantiene a cientos de kilómetros de distancia, destaca el Indomet.
Los efectos indirectos de este sistema tropical, que se desplaza a 31 km/h en dirección oeste-noroeste, están deteriorando las condiciones meteorológicas sobre el país desde primeras horas de la mañana.
Mientras Erin se localiza a unos 195 kilómetros al noreste de Anguilla, se anticipa que mantendrá esa trayectoria durante todo el fin de semana. Aunque su centro no impactará directamente en la República Dominicana, su amplia circulación exterior es suficiente para generar un cambio gradual en el clima local. El viento ha virado al nor-noreste, y con ello han llegado los primeros aguaceros intensos.
Lluvias y vientos: un fin de semana bajo alerta
Desde esta mañana, las nubes han cubierto el cielo y las lluvias han comenzado a caer con fuerza en provincias como La Altagracia, Hato Mayor, La Romana, El Seibo, San Pedro de Macorís, Monte Plata, Samaná, Sánchez Ramírez, Duarte, María Trinidad Sánchez, y el Gran Santo Domingo.
A medida que el huracán avanza, estas condiciones se extenderán a otras regiones en la tarde y noche, afectando también a San Cristóbal, San José de Ocoa, La Vega, Monseñor Nouel, Santiago, Hermanas Mirabal, Puerto Plata, Monte Cristi, Dajabón, Elías Piña, Santiago Rodríguez, Valverde, Azua y San Juan.
El domingo, día en que Erin se encontrará más cerca de la isla —a una distancia aún segura de 300 km—, las bandas nubosas exteriores del huracán descargarán directamente fuertes aguaceros, tormentas eléctricas y ráfagas de viento frecuentes en gran parte del territorio nacional.
La intensidad de estas precipitaciones será particularmente notoria en la tarde en el este, sureste, noreste y suroeste del país, con especial afectación en La Altagracia, Hato Mayor, La Romana, El Seibo, San Pedro de Macorís, Monte Plata, Samaná, Sánchez Ramírez, Duarte, María Trinidad Sánchez, San Cristóbal, San José de Ocoa, La Vega, Monseñor Nouel, Santiago, Hermanas Mirabal, Puerto Plata, Peravia, Azua, San Juan, Barahona, Bahoruco, Independencia, Pedernales y el Gran Santo Domingo.
Las condiciones adversas se mantendrán hasta la noche, y comenzarán a disminuir gradualmente en la madrugada del lunes, a medida que el sistema se aleje.
Alerta máxima para la población y navegantes
Dadas las previsiones, las autoridades recomiendan a la población mantenerse vigilante y seguir los boletines oficiales y las indicaciones de los organismos de protección civil.
Se esperan acumulados de lluvia significativos que podrían provocar crecidas de ríos y arroyos, inundaciones urbanas y rurales, deslizamientos de tierra y la caída de árboles o estructuras frágiles.
La navegación se ha restringido en varias zonas. Para las embarcaciones en la costa atlántica, específicamente desde Cabo Engaño hasta Monte Cristi, y en la costa caribeña, desde Isla Saona hasta Cabo Engaño, la recomendación es clara: permanecer en puerto. Esto se debe a los fuertes vientos, el oleaje anormal y la visibilidad reducida. En el resto de la costa caribeña, se puede navegar, pero con extrema precaución.
Una vasta área de aguaceros y tormentas eléctricas desorganizadas cerca de la desembocadura del río Bravo también está siendo monitoreada, aunque su probabilidad de desarrollo ciclónico es muy baja (10% en los próximos 7 días) y, por su posición, no representa ningún peligro para la República Dominicana.