Los líderes se encuentran por primera vez desde 2018
El mundo entero tenía los ojos puestos en Alaska este viernes. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, se han vuelto a ver las caras por primera vez desde 2018, en una cumbre crucial que tiene como telón de fondo el conflicto en Ucrania. El encuentro se ha dado en la ciudad de Anchorage, donde la gélida brisa fue testigo de un enérgico apretón de manos que marcó el inicio de la reunión.
Putin aterrizó en la base aérea Elmendorf-Richardson alrededor de las 8:54 de la noche, hora de España. Trump lo esperaba en la pista, sobre una extensa alfombra roja. Tras el primer saludo, ambos caminaron hasta un podio adornado con las palabras "Alaska 2025", donde posaron para las cámaras antes de subir al coche presidencial, recoge Europa Press.
En un momento fugaz, se pudo ver al líder ruso sonreír, un gesto que alimentó la especulación sobre el tono de la reunión.
El formato del encuentro ha generado especial atención. Inicialmente planeado como una reunión bilateral, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, confirmó que se ha transformado en una cumbre a tres bandas.
Por el lado de Rusia, acompañan a Putin el asesor presidencial Yuri Ushakov y el ministro de Exteriores, Sergei Lavrov. Por el lado estadounidense, Trump cuenta con la presencia del secretario de Estado, Marco Rubio, y el enviado especial Steve Witkoff, según lo confirmado por la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.
Lo que queda claro es la ausencia del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en la mesa de diálogo. A su llegada a la sala de conferencias, decorada con banderas rusas y estadounidenses, ni Putin ni Trump quisieron responder a las preguntas de los periodistas sobre si lograrían un alto el fuego en Ucrania. La reunión se lleva a cabo a puertas cerradas, lo que añade un velo de misterio sobre lo que se discute en el interior.
Peskov había adelantado que la agenda sería intensa, con "entre seis y siete horas" de trabajo para las comitivas. La delegación rusa incluye a figuras clave como el ministro de Defensa, Andrei Belousov, y el de Finanzas, Anton Siluanov. Por su parte, Trump está acompañado por sus secretarios de Comercio y Tesoro, Howard Lutnick y Scott Bessent.
El encuentro no es solo un reencuentro de dos líderes con una historia compleja; es una señal de que el diálogo, por difícil que sea, sigue siendo una herramienta crucial en la geopolítica.
El resultado de esta cumbre podría tener ramificaciones significativas para el conflicto de Ucrania y la estabilidad global en los meses venideros.