Tras una ardua persecución, el fugitivo enfrentará a la justicia por la trágica muerte de su expareja y un hombre.
Santo Esmelin Soto Santos, el hombre señalado por el asesinato de su expareja, Selis Mercedes Sánchez Germán, y de Luis Marino Caraballo, fue capturado por la Policía Nacional en San Cristóbal. El arresto pone fin a una intensa búsqueda que comenzó el pasado 19 de julio, tras el violento crimen en la comunidad de El Fundo, Baní.
La detención de Soto Santos, de quien se tenían activas dos órdenes de arresto, se logró gracias a un meticuloso trabajo de inteligencia y seguimiento por parte de agentes de la Dirección Central de Investigaciones Criminales (DICRIM). Fue interceptado en la comunidad de Los Cacaos, en un operativo sorpresa justo cuando se disponía a abordar un transporte público para huir.
Los detalles del caso, de acuerdo con la investigación, revelan un escenario de horror. Soto Santos presuntamente irrumpió en la casa de Sánchez Germán, de 45 años, y la encontró con Caraballo, de 62. Acto seguido, y sin previo aviso, les habría disparado, provocándoles la muerte de forma instantánea. Posteriormente, huyó del lugar en una pasola.
El operativo de captura fue una labor conjunta y estratégica liderada por el coronel Ariel Rosario, subdirector regional de Investigación (DICRIM) de la Dirección Sur Central, y un equipo de oficiales. La pericia y la coordinación de los agentes fueron clave para dar con el paradero de Soto Santos y evitar su fuga definitiva.
Con su captura, se espera que el proceso judicial avance. Sobre Soto Santos pesaban las órdenes de arresto números 003-0025259-0 y 01670-2025, emitidas por el Tribunal de Atención Permanente de la provincia Peravia. Ahora, será entregado al Ministerio Público, que deberá formalizar la acusación y llevarlo ante la justicia para que rinda cuentas por el atroz crimen que conmocionó a la comunidad.
La detención de Soto Santos es un paso importante para esclarecer los hechos y buscar justicia para las víctimas y sus familias, quienes vivieron con angustia las últimas semanas. La comunidad de El Fundo, Baní, y sus alrededores esperan que el proceso judicial sea rápido y que se apliquen las consecuencias legales correspondientes a tan violento acto.