Líderes europeos advierten que Kiev no puede quedar fuera de las negociaciones
Líderes europeos han pedido al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que la reunión que mantendrá este viernes en Alaska con su homólogo ruso, Vladimir Putin, tenga como punto de partida un alto el fuego en Ucrania. También insisten en que el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, no puede quedar al margen de las conversaciones.
El canciller alemán, Friedrich Merz, subrayó que las negociaciones deben cimentarse en un cese de hostilidades que sirva de base para una “paz duradera”. En una rueda de prensa conjunta con Zelenski en Berlín, Merz recalcó que “no se puede tomar ninguna decisión sobre un intercambio de territorio sin Kiev” y reclamó “garantías de seguridad firmes” para Ucrania.
Merz advirtió que, si Moscú no muestra un compromiso real con la paz, la presión sobre Rusia continuará, incluidas nuevas sanciones. Confirmó además que Trump tiene previsto conversar con Zelenski después de su encuentro con Putin.
Estas declaraciones se producen tras una videoconferencia “constructiva” entre Trump y varios líderes europeos —entre ellos los primeros ministros de Reino Unido, Italia, Polonia y Finlandia— junto a los presidentes del Consejo y de la Comisión Europea, António Costa y Ursula von der Leyen. También participó el secretario general de la OTAN, Mark Rutte.
La posición europea es clara: no quieren quedar al margen de un posible acuerdo y buscan asegurar que los intereses de Ucrania prevalezcan. La advertencia llega después de que Trump planteara públicamente la posibilidad de un canje territorial con Rusia, una opción que Zelenski rechaza de forma categórica.
Con la cita de Alaska en el horizonte, la presión diplomática crece para que cualquier avance en las negociaciones pase primero por silenciar las armas y sentar a todas las partes en la mesa, evitando acuerdos que comprometan la soberanía ucraniana.