El Tribunal de Ética disuelve su reunión tras la salida de tres miembros.
Santo Domingo.— El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) ha vivido una jornada de alto voltaje con su Tribunal Nacional de Disciplina y Ética (TNDE). Este martes, sus miembros se reunieron en la Casa Nacional Reinaldo Pared Pérez con un objetivo claro: evaluar las denuncias contra tres dirigentes del partido por supuestas violaciones a sus estatutos. La tensión, sin embargo, se disolvió abruptamente.
Los nombres en el centro de la polémica eran bien conocidos: José del Castillo, Charinee Ovalles y Luis Alberto Peláez, todos miembros del Comité Central del PLD. Habían sido citados formalmente para enfrentar las acusaciones y ejercer su derecho a la defensa, un procedimiento estipulado en los reglamentos internos del partido. Sin embargo, su respuesta no fue la esperada.
"El Tribunal Nacional de Disciplina y Ética del Partido de la Liberación Dominicana se reunió en el día de hoy, tras haber sido convocado para conocer unas notificaciones dirigidas a varios compañeros.
En tal sentido, los convocados decidieron hacer efectiva su renuncia a la organización política y, en consecuencia, el Tribunal Nacional de Disciplina y Ética dejó sin efecto cualquier convocatoria previa realizada al respecto", explicó el partido al final del encuentro.
La noticia es contundente: antes de que el proceso disciplinario pudiera siquiera comenzar, los tres dirigentes decidieron marcharse. Esta movida dejó al tribunal sin caso, forzando la suspensión inmediata de la reunión.
La renuncia voluntaria es, de facto, la última palabra en este conflicto interno, evitando un posible juicio político dentro de las filas del partido.
En la reunión del TNDE estuvieron presentes figuras clave como su presidenta, Alejandrina German, el vicepresidente, Manuel Galván, y otros miembros como Gustavo Guzmán, John Garrido, Teodoro Ursino Reyes y Luis García.
Su convocatoria, según se informó, se realizó bajo el amparo del artículo 79 de los estatutos del partido y su Reglamento de Ética y Disciplina, lo que demuestra la seriedad con la que se estaba tomando el asunto.
El hecho de que el proceso se haya detenido por las renuncias es un reflejo de las dinámicas internas del partido.
La salida de estos tres miembros del Comité Central no solo cierra un capítulo de presuntas violaciones, sino que también abre un espacio de incertidumbre sobre el futuro de la organización y el camino que tomarán los exmiembros.