Aportes de la Iglesia Catolica a la Sociedad Dominicana
Arquidiócesis de Santo Domingo.- Este fue el encuentro que tuvo el Santo Padre León XIV. el pasado 29 de julio del 2025, en la basílica de San Pedro con una multitud de jóvenes dedicados a las redes sociales, al mundo digital en sus diversas formas, el Papa después del saludo del Señor Jesucristo Resucitado: ¡la paz esté con ustedes!, se dirige a ellos dejando claro el fundamento de la paz tan necesario en este tiempo, una época en que la enemistad y la guerra lamentablemente son el pan de cada día, y esto se capta fácilmente a la hora de recibir toda la información que se nos ofrece por el mundo del internet, y en todos los medios de comunicación en general.
Nuestros corazones y nuestras acciones, todos nosotros, necesitamos de la paz del Señor. Muy claro dejó la noción el Papa que la misión de la Iglesia es anunciar la verdadera información que tiene que transmitirse en la paz del Señor que venció a la muerte, quien nos trae su perdón y nos da vida. porque el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo determinan de nuestra existencia por el camino del Amor.
La misión de la Iglesia declara es asunto de todos nosotros y también de los influencers, los misioneros digitales, los youtubers los que comunícame por los streamings, los podcasts y todos estos métodos de comunicación tecnológica, los llamados entornos digitales, transmitir esta paz es el sentido del año jubilar.
El Papa León XIV nos da un espaldarazo, impulsa en este jubileo y da el empujón para seguir adelante para llevar por estos medios modernos el anuncio a todos los lugares de la paz, para que haya un mensaje de esperanza en todos los contenidos de las redes, centrados en alimentar esa esperanza que ha de ser renovada ante tantos escenarios de guerra como en los corazones que están vacíos, y para toda la gente que pierde el sentido de la existencia, que no conocen el gusto por la interioridad, el gustar de la vida espiritual que tiene su plenitud en la fe cristiana.
Hay tanta y tanta necesidad de llevar por estos medios digitales el don del Resucitado, el anuncio de que Jesús está vivo y hacerlo hasta los confines de la tierra. En resumidas cuentas, el Obispo de Roma les da la categoría a los influencers ya los comunicadores de los medios digitales de Apóstoles de Cristo a sabiendas de que se comunican con esos corazones que están en espera y están en búsqueda, que tienen necesidad profunda y urgente.
Aquí se aplica literalmente lo que es llegar hasta los confines de la tierra del Nuevo Testamento, llegar a esos lugares en que solamente hay desilusión, muerte, no hay esperanza, Continuó el Papa refiriéndose a tantos que tenemos que llamar hermanos y hermanas, que participan de la carne sufriente de Cristo, y que están presentes en el internet.
Llama el Santo Padre al internet lugar en que se forja la nueva cultura para los niños, para los jóvenes e incluso tantos adultos y ancianos, se trata de su hábitat incluso, y como se trata de una cultura, hay que humanizarla, hay que purificar, hay que eliminar de ella, por las vías más pacíficas, toda difusión de lo tóxico, de lo falso, de lo violento, para convertirla en promotora de una nueva vida.
Ciencia y tecnología son imprescindibles en el mundo actual, y tienen que ser el medio también de relacionarnos con Dios y de los unos con los otros. Como humanista de la mejor teología, el sucesor de San Pedro y de San Pablo nos recuerda que todo esto que proviene de la capacidad del hombre, de su creatividad, tiene que utilizarse, no hay otra opción, para promover la dignidad de todos no para socavarla.
Utilizando la famosa teología de la humanización, que todavía no es bien acogida por muchos sectores debido a la ignorancia al respecto, el llamado Humanismo Cristiano, nos involucra a todos y nos ha de llevar a exaltar en las redes la belleza, la verdad, y lo bueno. Esto no pasa de moda, ante un mundo con unos cambios culturales tan drásticos, tan aplastantes, que van dejando atrás a muchos.
La Iglesia tiene que estar al día en todos sus estamentos. No puede estar en algunos ámbitos en una caracola de parcialidades, sino que, guiada por el Santo Padre, ser la Luz de Cristo que nos lleva el discernimiento del bien y a desechar el mal, cambiando, transformando y purificando aquello que es destructor, denigrante y que no hace historia de salvación.
Estamos ante una verdadera cultura tecnológica irreversible por mucho, mucho tiempo como estamento. Nuestra vida está marcada por ella, y todas las sociedades, en lugar de desechar esto, ha de aceptar el desafío, a pesar de las experiencias negativas, algunas nefastas y amargas, que se hayan tenido en este campo. Se nos pide reflexionar con autenticidad, con escucha, en el ejercicio del diálogo, y cultivar la capacidad de comprender y también pedir que seamos comprendidos.
Se trata de trabajar juntos con una nueva forma de pensar, con un lenguaje en el que esté todo el permeado por el Amor. El Papa resalta este Amor con mayúscula. Es el Amor de Dios en Cristo Jesus, por la entrega de su Cuerpo y Sangre, para nuestra salvación. No es simplemente generar contenidos para tener más views, para tener mayor número de suscriptores, para recibir más dinero, para hacer una vida fácil sin el menor esfuerzo, sin estudios y sin aportes sustanciales a la sociedad.
En todo nos compete, como integrantes responsables de la sociedad, aportar, ayudar a los que sufren, facilitarles el conocer al Señor Jesucristo que sana las heridas, nos levanta y da el verdadero sentido a esta existencia.
León XIV nos llama a reconocer nuestra propia pobreza, nuestras limitaciones, dejar las pretensiones del querer alcanzar la fama y la bonanza económica de una manera meteórica, y reconocer que todos necesitamos del Evangelio que es el desafío constante y permanente de la comunidad cristiana.
Gran sorpresa… no salimos de nuestro asombro, y cuánto enriquecimiento nos ha dado el Papa con esta hermosa comparación que utilizó aquel día delante de tan singulares oyentes y creyentes, según Mateo 4,21-22, cuando Jesús llamó a sus primeros apóstoles mientras ellos reparaban las redes con que pescaban en el lago de Galilea.
El Sucesor de San Pedro, quien calza las sandalias del Pescador de Galilea de la pesca milagrosa, nos invita no solo a reparar las redes sociales, sino a construir otras redes que sean redes de relaciones, redes de amor, redes de gratuito intercambio, que generen amistades no ocultas, no manipuladoras o para hacer daño incluso mortal a los demás, de extorsión, de corrupción o de crímenes de todo tipo, sino redes de auténtica y profunda amistad.
Reparar las redes sociales que están oscuras, rotas. Esas redes sociales, esos medios de comunicación existen, su finalidad ha de ser para poner remedio a la soledad de miles de millones casi incontables. Vuelve y recalca por ello el Papa que lo importante no es el el número inmenso de followers que se pueda tener, sino que se dé allí un encuentro a manera de experiencia del infinito Amor.
Las redes han de abrir el espacio a otros, no estar cerradas en unas cuentas de personas con una única voz, que los filtros no se utilicen para apagar las necesidades clamorosas de los más débiles. Las redes tienen que utilizarse para liberar, para salvar, para volver a descubrir la belleza del mirarse a los ojos y descubrir la grandeza infinita de la verdad. Las historias que se comparten en las redes sociales han de ser desterrar todo lo malo y a la vez compartir historias de bien que vinculen a una inmensa red, una única red, que sea la red de redes, la red de Dios Amor.
- Ha declarado el Sumo Pontífice la novedad de la prédica, de la vida cristiana, de los sacramentos, de las misiones para la evangelización y la transformación social, en la persona de los influencers, de los youtubers y todos aquellos que se comuniquen por una plataforma virtual, su status de ser agentes de comunión que eliminen la división, la polarización, la violencia, el individualismo y el egocentrismo.
Eliminar los fake news, las noticias falsas, que cunden para destruir a los demás. Diluir la frivolidad que se difunde por estas vías virtuales, citando a Juan 8,31-32, con la belleza y la luz de la verdad. como ha dicho el Señor Jesucristo, colocada en el escudo de la bandera tricolor dominicana, ya próximos al sábado 16 de agosto, cuando celebraremos aniversario de la restauración de nuestra independencia nacional: conocerán la verdad y la verdad, les hará libre.
Este mensaje termina con la bendición del Papa, haciéndoles responsables a estos divulgadores tecnológicos de información de dar un testimonio de verdad, de bien y de ayuda, especialmente a todos los que los buscan porque ellos quieren matar de una vez y por todas, su soledad. Le da las gracias por todo el bien que han hecho por un medio de comunicación, y pide por esos sueños que persiguen que sean expresión del amor al Señor Jesús y a su Iglesia.
Ayuda para los que sufren como estilo de conducir las vías digitales para llevar el Evangelio del reino de Justicia de paz y solidaridad. ¡Qué necesitada está la sociedad Dominicana, sus emisoras de radio, de televisión, todo lo que se difunde por el internet, donde hay tanta calumnia, tanta indecencia, tanta bajeza, de que se transforme todo esto por los valores propios de la familia bien estructurada, del amor entre los esposos, de la mutua ayuda entre padres e hijos, del fomento del trabajo honrado y de la colaboración por la República Dominicana y que sea casa de acogida para todos aquellos que vienen de afuera, que necesitan de nuestro apoyo y que ellos también contribuyan con el bien y nunca con el mal.