El Ejército israelí confirmó la autoría del ataque y reiteró una acusación que ya había lanzado en julio:
GAZA, Palestina.- El periodista palestino Anas Al Sharif, conocido por su cobertura desde el frente en la guerra de Gaza, murió este domingo en un ataque israelí contra una carpa de prensa instalada cerca del hospital Al Shifa, en la ciudad de Gaza. El bombardeo dejó al menos seis reporteros fallecidos —cinco de ellos de la cadena Al Yazira— y una séptima víctima civil.
Al Sharif, de 28 años y originario de Yabalia, estaba acompañado por sus colegas Mohamed Qreiqeh, los camarógrafos Ibrahim Zaher y Mohamed Nufal —que también conducía para el equipo— y Moamen Aliwa. Todos murieron en el ataque junto con otras dos personas, una de ellas el periodista Mohammed Al Jalidi, de la cadena Al Quds, vinculada a Hamás.
El Ejército israelí confirmó la autoría del ataque y reiteró una acusación que ya había lanzado en julio: que Al Sharif era miembro de las Brigadas Ezzeldin Al Qassam, el brazo armado de Hamás. La cadena Al Yazira y el propio periodista siempre lo negaron.
En un mensaje publicado semanas atrás en la red social X, Al Sharif afirmó ser víctima de una “campaña de amenazas” por su trabajo y rechazó cualquier afiliación política: “Mi única misión es informar la verdad desde el terreno, tal como es, sin sesgos”. Añadió que, en un momento en que Gaza enfrenta una hambruna, “decir la verdad se ha convertido, a los ojos de la ocupación, en una amenaza”.
Tras su muerte, el Ejército insistió en que el reportero “se hacía pasar por periodista” y lo acusó de ser “jefe de una célula terrorista que dirigía ataques con cohetes contra civiles y tropas israelíes”. Según un comunicado militar, documentos y registros obtenidos en Gaza demostrarían su papel en Hamás. No se pronunció, sin embargo, sobre la muerte de los otros reporteros.
La relatora especial de la ONU sobre libertad de expresión, Irene Khan, había advertido a finales de julio sobre el riesgo que corría Al Sharif por las acusaciones del Ejército. Afirmó que existían “pruebas crecientes” de que periodistas en Gaza han sido blanco de ataques tras ser señalados, sin evidencia, de pertenecer a Hamás. “Los temores por su seguridad estaban bien fundados”, dijo.
El ataque del domingo eleva a diez el número de empleados de Al Yazira muertos desde el inicio de la ofensiva israelí en Gaza, en octubre de 2023. Según las autoridades gazatíes, controladas por Hamás, 237 periodistas han perdido la vida desde entonces en bombardeos israelíes que describen como “acciones deliberadas y planificadas”.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció horas después que ha pedido a su gabinete de seguridad estudiar la posibilidad de levantar las restricciones a la entrada de prensa internacional en Gaza. Aseguró que quiere que los medios “sean testigos” de las operaciones del Ejército “para proteger a la población”.
Lo cierto es que, en un conflicto donde la prensa local ha sido prácticamente la única fuente directa de información, la muerte de Anas Al Sharif y de sus compañeros supone un nuevo golpe para la cobertura desde el terreno y reaviva el debate sobre la seguridad de los periodistas en zonas de guerra, así como sobre el uso de acusaciones de terrorismo como justificación para ataques contra la prensa.
