El ejecutivo dominicano llama a repensar las políticas ante la caída de costos en renovables.
Santiago de Chile. — El vicepresidente ejecutivo del Consejo Nacional para el Cambio Climático, Max Puig, lanzó una advertencia que resonó fuerte en el sector energético: la carrera tecnológica en energías limpias podría dejar obsoletas, y financieramente inviables, muchas inversiones a largo plazo en combustibles fósiles.
Durante la Séptima Reunión del Comité Regional de la Alianza Solar Internacional (ISA) para América Latina y el Caribe, celebrada en la capital chilena, Puig señaló que la velocidad con la que caen los costos de generación y almacenamiento, especialmente en solar, está alterando el tablero de la industria.
“Estamos viendo cómo las proyecciones sobre baterías más baratas y eficientes, fabricadas con materiales comunes y accesibles, se materializan más rápido de lo que esperábamos”, afirmó.
“Si no reaccionamos, podríamos quedarnos amarrados a contratos y esquemas que pronto serán más caros que las nuevas soluciones que vienen en camino”.
La propuesta de Puig es clara: adaptar las políticas y el ritmo de implementación de proyectos energéticos para no quedar rezagados. Según él, el mercado manda señales y hay que escucharlas “sin prisas, pero con asertividad”.
En su intervención, el funcionario dominicano destacó el papel de la ISA en la capacitación técnica a escala global, en especial a través de su Centro Global de Capacidades, que busca dotar a países del Sur Global de las herramientas para aprovechar el potencial de la energía fotovoltaica. También elogió el programa SolarX Start-up Challenge, orientado a motivar a jóvenes emprendedores a desarrollar soluciones innovadoras en el campo de las renovables.
“La ISA representa ese espíritu de cooperación multilateral que necesitamos, sobre todo en los pequeños estados insulares en desarrollo”, sostuvo Puig. “Se trata de fortalecer nuestras capacidades, modernizar nuestros marcos legales y lograr una transición energética que sea verde, justa y competitiva”.
En el caso de República Dominicana, recordó que el objetivo es alcanzar un 25% de participación de renovables en la matriz energética para 2025, y llegar al 30% en 2030. Metas que, según dijo, están alineadas con la Estrategia Nacional de Desarrollo, las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC) y los compromisos asumidos en el Acuerdo de París.
El viaje de Puig a Chile incluyó reuniones bilaterales con el ministro de Energía local, Diego Pardow Lorenzo, y otros líderes regionales del sector, acompañado por Ernesto Acevedo, director de Energía Renovable del Ministerio de Energía y Minas dominicano.
Por su parte, el director general de la ISA, el indio Ashish Khanna, subrayó que América Latina y el Caribe tienen un potencial fotovoltaico enorme y reiteró que la organización está lista para ofrecer asistencia técnica y facilitar acceso a financiamiento. “La región puede ser líder mundial en solar si logra articular inversión, tecnología y regulación”, dijo Khanna.
El encuentro de Santiago dejó en claro que el cambio de paradigma energético no es solo una cuestión de sostenibilidad ambiental, sino también de agilidad estratégica. En un mercado donde la tecnología avanza a paso acelerado, el que no ajusta su rumbo corre el riesgo de invertir millones en infraestructuras que podrían quedar obsoletas antes de recuperar su costo.