Carlos Vergara pide datos propios para evitar sesgos y errores clínicos
Santo Domingo.- En la medicina moderna, los datos genéticos son tanto brújula como mapa. De ellos dependen predicciones sobre el riesgo de padecer enfermedades, sustentadas en millones de variantes analizadas con inteligencia artificial y “deep learning”. Pero si ese mapa está incompleto, el viaje puede acabar en el lugar equivocado. Y, en el caso de Latinoamérica, faltan piezas enteras.
Carlos Fernando Vergara Castillo, biólogo molecular y genetista de poblaciones, profesor de la carrera de Biotecnología del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), lanzó la advertencia durante su conferencia “Genética, genómica y soberanía de datos: una mirada crítica desde la biotecnología latinoamericana”, presentada en el sexto Taller científico-técnico de la biotecnología y sus aplicaciones.
Según Vergara, las grandes bases de datos genómicas del mundo se han construido, históricamente, con predominio de poblaciones europeas. El resultado: una brecha profunda que deja a América Latina en los márgenes de la investigación genética global. Y esa falta de representación no es una cuestión académica menor. Puede traducirse en diagnósticos erróneos, como cuando variantes genéticas comunes en la región son etiquetadas como patogénicas por pura ausencia de referencias locales.
Ejemplos hay. Estudios recientes documentan el fenómeno en enfermedades hereditarias como la cardiomiopatía hipertrófica, lo que refuerza —dice el docente— la urgencia de ampliar la diversidad genética en la investigación y evitar que la región dependa de datos ajenos.
Vergara identifica varias causas para esta ausencia: inversión local insuficiente en secuenciación, dependencia de estudios dirigidos desde el extranjero, falta de marcos legales y éticos que garanticen soberanía sobre los datos y una escasez de bioinformáticos y genetistas con visión regional. No se trata solo de infraestructura: también hay un vacío de capital humano preparado para interpretar y generar información con pertinencia local.
Su receta incluye reforzar el vínculo entre la formación universitaria y la investigación aplicada en las comunidades. Quiere que los estudiantes trabajen con herramientas como UMAP, ClinVar o GnomAD para construir y alimentar bases de datos propias sobre variantes genéticas y su relación con enfermedades humanas. Y, al mismo tiempo, que desarrollen una conciencia crítica sobre la diversidad genética de la región.
Invertir en laboratorios, fortalecer las redes de científicos y establecer marcos éticos claros son, para Vergara, piezas clave para recuperar el control sobre los datos genéticos. “No se trata solo de tecnología —subrayó—, sino de justicia científica y sanitaria”.
Un taller para conectar y construir
El sexto Taller científico-técnico de la biotecnología y sus aplicaciones, organizado por el Área de Ciencias Básicas y Ambientales y el Comité Estudiantil de Biotecnología 2024-2025 por el Día del Biotecnólogo, reunió a estudiantes, investigadores y profesionales para intercambiar ideas y fortalecer la colaboración en un sector que cambia a velocidad vertiginosa.
La jornada incluyó un reconocimiento a docentes que han dejado huella en la consolidación de la carrera de Biotecnología en INTEC, tanto en la creación del programa como en su labor desde las aulas.
En el espacio Bioemprendimiento, egresados como Samuel Cedano (UNIBIOTEC), María Cedano (SOS Biotech), Camila Marranzini (Asesoría Genética) y Pamela Tejada (INTEC) compartieron experiencias sobre su paso por la universidad y su rol en el desarrollo de la biotecnología en el país.
La Bioexpo Biotech 2025 dio protagonismo a los estudiantes, quienes presentaron proyectos de investigación financiados por el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCYT) y Fondos Internos de INTEC, varios de ellos aceptados para la Semana Dominicana de la Ciencia.
El encuentro contó con la participación de empresas como Bonassi RD, el Instituto de Innovación en Biotecnología e Industria (IIBI), ALTOL Dominicana y el Laboratorio de Calidad de Agua INTEC.
Con su programa de Biotecnología, INTEC busca formar profesionales con base sólida en ciencias biológicas, ingeniería genética, bioinformática y bioprocesos, comprometidos con crear soluciones innovadoras para desafíos locales y globales. Y, como reclamó Vergara, que sean capaces de construir conocimiento propio, con datos propios y en beneficio de la región.