El país supera los 49.3 millones de habitantes, pero el crecimiento se debe a los nacidos en el extranjero.
España sigue rompiendo sus propios récords demográficos. Según los datos provisionales de la Estadística Continua de Población (ECP), el país alcanzó los 49,315,949 habitantes el 1 de julio de 2025. Este crecimiento, de 119,811 personas en el segundo trimestre, consolida una tendencia al alza que ha sumado más de medio millón de habitantes en el último año.
Sin embargo, el informe del ECP revela una realidad crucial y cada vez más evidente: el crecimiento no se debe a un aumento de la natalidad en el país. Por el contrario, el número de personas nacidas en España sigue disminuyendo. El motor principal de este ascenso poblacional es la llegada de personas nacidas en el extranjero, recoge Europa Press.
Actualmente, el número de residentes nacidos fuera de España es de 9,686,214, una cifra que incluso supera a la de los extranjeros con nacionalidad diferente a la española. Esta diferencia se explica por los procesos de adquisición de nacionalidad, que han permitido a miles de inmigrantes convertirse en ciudadanos españoles, pero que, a efectos de esta estadística, siguen siendo contabilizados por su lugar de nacimiento.
Durante el segundo trimestre, la población de nacionalidad extranjera creció en 95,277 personas, elevando el total a 7,050,174. Mientras tanto, la población de nacionalidad española solo aumentó en 24,534. Estas cifras demuestran que, sin el flujo migratorio, el crecimiento poblacional español sería prácticamente nulo.
Colombia, Marruecos y Venezuela lideran las llegadas
El informe también detalla las nacionalidades de los inmigrantes que más han contribuido a este aumento. Durante el segundo trimestre, los ciudadanos colombianos lideraron la lista con 36,100 llegadas, seguidos de cerca por los marroquíes (25,000) y los venezolanos (21,600).
Curiosamente, estas mismas nacionalidades también figuran entre las que más emigrantes registraron, aunque en menor medida. Los colombianos encabezaron las salidas con 9,800, seguidos por los españoles (9,700) y los marroquíes (9,200). Este vaivén de población subraya la constante movilidad y las dinámicas económicas y sociales que definen a la población de España.
A nivel regional, el crecimiento poblacional se notó en casi todo el territorio, con excepción de la ciudad autónoma de Melilla. Las comunidades con los mayores incrementos fueron Aragón (0.91%), la Comunitat Valenciana (0.50%) y las Illes Balears (0.42%), destinos que continúan atrayendo a nuevos residentes. La demografía española se encuentra en un punto de inflexión, dependiendo cada vez más de la inmigración para su sostenibilidad y crecimiento.