La jornada forma parte del proyecto Bosques Miyawaki en la ribera del Ozama
SANTO DOMINGO.– Una jornada de reforestación marcó el cierre del segundo tramo del proyecto Bosques Miyawaki en el sector Nuevo Domingo Savio, con la siembra de más de 5,500 árboles nativos. La iniciativa, liderada por la Fundación Ex Alumnos Loyola 79, movilizó a decenas de comunitarios, voluntarios y representantes de instituciones públicas y privadas, en un esfuerzo por regenerar ecológicamente la ribera del río Ozama.

El evento arrancó con un acto simbólico en el Polideportivo de la comunidad y se extendió a los alrededores de la Plaza de las Ballenas, en plena Avenida Paseo del Río. La jornada contó con el apoyo de la Unidad Ejecutora para la Readecuación de Barrios y Entornos (URBE), la Alcaldía del Distrito Nacional y el Ministerio de Medio Ambiente.
Francisco Manosalvas, presidente de la Fundación, explicó que la intervención busca restaurar zonas urbanas degradadas mediante la creación de bosques nativos que favorezcan la biodiversidad y mitiguen los efectos del cambio climático. Por su parte, el biólogo Andrés Zaglul detalló los fundamentos del método Miyawaki, una técnica japonesa de reforestación rápida y densa que se adapta especialmente bien a contextos urbanos.
Desde el Ministerio de Medio Ambiente, Cristian Garrido subrayó el valor de este tipo de acciones colectivas. "Cuantas más instituciones y ciudadanos se sumen al cuidado de los recursos naturales, mayor será el impacto real que podamos lograr en términos de sostenibilidad", dijo. Aseguró también que ya se están diseñando planes concretos para la recuperación integral del río Ozama, y que alianzas como esta son claves para avanzar.
Uno de los momentos más emotivos fue la intervención de Yasell Gabriel Ramírez, un niño de la comunidad, quien recordó a todos por qué es urgente cuidar la naturaleza: “Los árboles nos dan vida y sombra, y sin ellos el planeta se enferma”. Acto seguido, el Padre Francisco Coste bendijo la jornada, invitando a sembrar esperanza junto a los árboles.
Entre las especies sembradas se destacan campeche, caoba, yagrumo, samán, jobo, nispero y uva de playa, todas autóctonas. La meta: crear un bosque urbano en tiempo récord, pero con impacto duradero.
La Fundación Ex Alumnos Loyola 79 reafirma así su compromiso con la restauración ambiental, la educación ecológica y el trabajo colaborativo por un entorno más sano y resiliente.