Según la FAO el país desciende al lugar siete gracias a políticas productivas
La República Dominicana ha logrado un avance significativo en la lucha contra el hambre, posicionándose entre los siete países de América Latina con los menores índices de subalimentación. Esta información, confirmada por el ministro de Agricultura, Limber Cruz, se basa en datos de cinco organismos internacionales clave: la FAO, el PMA, el FIDA, la OMS y UNICEF.
Según el informe Estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el Mundo 2022-2024, la prevalencia de subalimentación en el país ha caído a un 3.6%, lo que representa aproximadamente 400,000 personas. Un logro notable si se compara con el periodo 2020-2022, cuando la cifra era del 6.3%, afectando a unas 700,000 personas.
El ministro Cruz atribuye este progreso a una política gubernamental enfocada en fortalecer el sector productivo, mejorar infraestructuras, invertir en tecnología e innovación y, sobre todo, aumentar la productividad en el campo.
El ministro, tras su reciente participación en la Cumbre de las Naciones Unidas sobre Sistemas Alimentarios en Etiopía, destacó que la República Dominicana está solo por detrás de seis países en la región: Uruguay, Guyana, Brasil, Costa Rica y Chile, todos con un 2.5%, y México, con un 2.7%, además de Argentina, que tiene un 3.4%.
El ministro Cruz enfatizó que este 3.6% coloca al país en una posición favorable a nivel global, superando a muchas naciones con cifras preocupantes.
Mientras que la prevalencia de subalimentación en países de África supera el 19.7%, en el Caribe está en 17.5%, en Oceanía y Asia ronda el 7%, y el promedio de Latinoamérica y el Caribe se sitúa en 5.4%.
Solo Estados Unidos y algunos países de la Unión Europea se encuentran por debajo del 2%, lo que resalta la magnitud del avance dominicano.
Con un optimismo palpable, el ministro expresó su confianza en que el país alcanzará la Meta Presidencial de Hambre Cero en los próximos años, incluso antes de 2028.
La proyección del funcionario público, se basa en el hecho de que la República Dominicana produce más del 90% de los alimentos de la canasta básica y de consumo masivo, una autosuficiencia alimentaria que ha sido clave en este descenso histórico.