El arresto se debe a incumplimiento de medidas cautelares, prohibiéndole recibir visitas y usar teléfonos móviles.
El expresidente brasileño Jair Bolsonaro ha sido puesto bajo arresto domiciliario por orden del Tribunal Supremo. La decisión, tomada por el juez Alexandre de Moraes, se debe a que Bolsonaro ha incumplido reiteradamente las medidas cautelares que le fueron impuestas como parte de una investigación por su presunta participación en una trama para obstruir la justicia desde el extranjero.
La gota que colmó el vaso fue el uso que Bolsonaro hizo de las redes sociales de su hijo, Flávio, para enviar mensajes a sus seguidores durante una manifestación, recoge europa Press.
Dicha acción fue interpretada por las autoridades como un intento de coaccionar y presionar al Supremo. Como respuesta, el juez De Moraes no solo decretó el arresto domiciliario, sino que también ordenó un registro e incautación en la residencia de Bolsonaro en Brasilia.
Las nuevas restricciones son severas. El exmandatario tiene prohibido usar cualquier tipo de teléfono móvil, incluso los de terceros, y no puede recibir visitas, con la única excepción de sus abogados. Además, se le ha instalado una tobillera electrónica para monitorear sus movimientos.
La investigación en su contra se centra en una presunta trama de financiación desde Estados Unidos. Los investigadores afirman que Bolsonaro ha destinado hasta dos millones de reales (unos 300,000 euros) para que, a través de su hijo Eduardo, se hiciera campaña en favor de sanciones y aranceles contra autoridades brasileñas.
Este movimiento ha cobrado mayor relevancia a raíz del reciente interés del presidente Donald Trump por la situación judicial de Bolsonaro, lo que sugiere una posible coordinación entre ambos líderes.
Este nuevo revés judicial llega en un momento delicado para Bolsonaro. Hace apenas un par de semanas, la Fiscalía presentó sus alegaciones finales en el juicio por el intento de golpe de Estado del 8 de enero de 2023.
En el documento, se solicita que el expresidente sea declarado culpable, lo que podría acarrear una pena de hasta 40 años de prisión y la inhabilitación de por vida para ejercer cargos públicos.
Bolsonaro y otras siete personas son señalados como el "núcleo central" de la supuesta trama golpista que buscaba mantenerlo en el poder tras las elecciones de 2022.
Los cargos que enfrentan incluyen asociación criminal, intento de abolir el Estado de derecho, golpe de Estado y daños al patrimonio público, relacionados con las violentas protestas que tuvieron lugar en las instituciones gubernamentales en Brasilia.
La decisión de De Moraes endurece la posición de la justicia brasileña, dejando claro que el incumplimiento de las órdenes judiciales no será tolerado.