La procuradora Yeni Berenice destaca el avance frente a una ley de 1884
SANTO DOMINGO.– Después de más de un siglo, República Dominicana finalmente moderniza su legislación penal. Con la promulgación del nuevo Código Penal, el país da un giro decisivo hacia una justicia más acorde con los desafíos actuales. La procuradora general, Yeni Berenice Reynoso, calificó la medida como un avance necesario y urgente.
“¡Tenemos un nuevo Código Penal acorde con las nuevas tendencias de la teoría del delito!”, celebró Reynoso, en un tono que mezcla alivio con convicción. Para el Ministerio Público, la transformación no es solo simbólica: se trata de una herramienta indispensable para enfrentar un tipo de criminalidad muy distinto al de hace 140 años.
El viejo código, vigente desde 1884, regulaba una sociedad rural y simple, sin crimen organizado ni ciberdelitos. Hoy, el país lidia con estructuras delictivas complejas y un entorno influenciado por la tecnología. Procesar esos delitos bajo una normativa decimonónica resultaba no solo difícil, sino a veces inútil.
“El cambio era obligatorio. Fiscales, jueces y abogados lo sabíamos desde hace años. No se podía seguir enfrentando la criminalidad del siglo XXI con herramientas del siglo XIX”, apuntó Reynoso.
Desde el Ministerio Público se realizó un análisis comparativo del nuevo texto frente a leyes, jurisprudencias y doctrinas tanto locales como internacionales. La conclusión: el nuevo Código Penal es “bueno y razonable”. No es perfecto, pero representa un paso firme en la dirección correcta.
La procuradora también reconoció el rol de legisladores y líderes políticos que, aunque en ocasiones discretos, empujaron para que el nuevo código tuviera un enfoque progresivo. “Algunos querían retroceder, pero la razonabilidad se impuso”, señaló.
El nuevo código no solo reemplaza artículos obsoletos, sino que impulsa una visión de justicia centrada en las personas. Para Reynoso, es el cambio legislativo más importante en materia penal desde 1884. “Agradezco a quienes alzaron su voz y a los legisladores que escucharon”, dijo.
Consciente de que ninguna ley es definitiva, Reynoso cerró su declaración con realismo: “Toda ley es perfectible, pero hoy hemos avanzado por el bien de la sociedad”.
El reto ahora será aplicarlo con eficacia. La justicia dominicana tiene nueva letra. Falta que se traduzca en resultados.
