Tras tensiones con Israel, Teherán estrecha lazos con Islamabad
Tras las tensiones con Israel, Teherán y Islamabad acaban de dar un paso firme hacia una alianza más profunda. La reciente visita del presidente iraní Masud Pezeshkian a Pakistán no fue meramente protocolar: marcó el inicio de lo que ambos gobiernos definen como un “nuevo capítulo” en sus relaciones.
Durante el encuentro, se firmaron una docena de acuerdos que abarcan áreas clave como comercio, economía, turismo, cultura y gestión aduanera. Según el vocero del Ministerio de Exteriores iraní, Esmail Baqaei, el objetivo es claro: avanzar hacia un acuerdo de libre comercio que, según afirmó, será “analizado de forma exhaustiva dada su importancia estratégica para ambos países”.
En conferencia de prensa, que recoge Europa Press, Baqaei celebró los avances recientes, destacando que la visita presidencial fue uno de los logros más significativos de la semana. También se refirió a la "amistad" del pueblo paquistaní y elogió la postura de Islamabad frente a la ofensiva israelí contra Irán, calificándola como un gesto que evidencia “los grandes principios de Pakistán en defensa del Derecho Internacional” y su conciencia sobre “los peligros del expansionismo israelí”.
Una relación histórica que se renueva
El portavoz recordó que Irán fue el primer país en reconocer a Pakistán tras su independencia en 1947, un hecho que ha sido la base de un vínculo sostenido a lo largo del tiempo. Ahora, con un contexto geopolítico más tenso, ese lazo parece tomar una nueva dimensión.
La cercanía entre ambos países se consolida en un momento en que Irán busca reforzar sus alianzas regionales, especialmente tras la reciente escalada de tensión con Israel y la respuesta militar que captó la atención global.
Por su parte, Pakistán ha mostrado disposición a actuar como mediador, al menos en el plano diplomático. El pasado viernes, un portavoz del Ministerio de Exteriores paquistaní aseguró que su gobierno “quiere contribuir a una desescalada entre Irán y Estados Unidos”.
“Irán es un país hermano y aliado. Seguimos comprometidos con impulsar soluciones diplomáticas a cualquier crisis que surja, y estamos listos para desempeñar ese rol”, declaró el funcionario.
Aunque la región vive bajo una constante sombra de tensión, esta alianza entre Teherán e Islamabad envía una señal clara: ambos gobiernos están decididos a fortalecer sus vínculos estratégicos y a presentarse como un bloque cohesionado frente a amenazas externas.
Por ahora, lo firmado es un punto de partida. Queda por verse si este impulso se traduce en cooperación efectiva o si las turbulencias del vecindario regional vuelven a poner a prueba la relación.