En algunos casos, la disposición del líder estadounidense ha sido dejada sin efecto o en cambio ha variado el monto originalmente establecido.
En la historia de las relaciones bilaterales modernas entre los Estados no se había creado un escenario tan extraño en el ámbito comercial, como el que impulsa y promueve la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, chocando frente a frente con las principales potencias mundiales.
No se trata de simples medidas proteccionistas hacia la economía estadounidense, sino que va más allá, intentando tomarles el pulso a los socios comerciales tradicionales de EE. UU, incluido el bloque de la Unión Europea.
El garrote arancelario de Trump oscila entre un 10%, 41% y hasta un 55% a más de 70 países diseminados en los 5 continentes.
En algunos casos, la disposición del líder estadounidense ha sido dejada sin efecto o en cambio ha variado el monto originalmente establecido.
Los productos impactados incluyen alimentos, bebidas, electrodomésticos, juguetes, ropas, cárnicos, lácteos, frutas y vegetales entre otros.
Evidentemente, Donald Trump busca impresionar y dar un golpe de efecto contra sus socios comerciales a cuyos productos de exportación se les han fijado nuevas tarifas arancelarias.
¿Qué logrará Trump con esa arriesgada apuesta?, de pronto en algunos casos, ha tenido que rectificar y revisar las medidas arancelarias impuestas a algunos de sus socios que han rechazado las mismas por considerarlas abusivas y desiguales.
El peso aplastante de Trump está enfocado ahora hacia Brasil, cuyo presidente Luiz Ignacio Lula da Silva, dijo al diario The New York Times, que su país “nunca negociará como si fuera un país pequeño contra uno grande".
La Casa Blanca comunicó que entrará en vigor un arancel adicional del 50% impuesto por el presidente estadounidense, Donald Trump, como represalia contra Brasil.
Al respecto, Lula lo calificó de “vergonzoso” y afirmó que su país no puede negociar sobre asuntos de soberanía nacional, como los procesos judiciales contra el exlíderJair Bolsonaro, y ha instado a Estados Unidos a dialogar para resolver las diferencias comerciales.
La Diplomacia
En sus declaraciones al influyente diario estadounidense Lula criticó el comportamiento de Trump, abogando por el diálogo directo y la diplomacia como medios para resolver conflictos.
Lamentó el deterioro de una relación diplomática de más de 200 años, advirtiendo que los aranceles también afectarán a los consumidores estadounidenses, quienes enfrentarán precios más altos por productos brasileños como el café y la carne de vacuno.
Estados Unidos como cualquier otro país tiene derecho a proteger su economía, pero sin imponer condicionamientos en política interna de sus socios comerciales alrededor del planeta. Este fin de semana, partidarios del expresidente Jair Bolsonaro salieron a las calles brasileñas a festejar las nuevas tarifas de impuestos contra esa nación suramericana.
Bolsonaro, de 70 años, es investigado por presunta obstrucción a su juicio por intento de golpe de Estado, debe usar un brazalete electrónico, quedarse en casa las noches y los fines de semana, y tiene prohibido utilizar redes sociales.
Países con nuevos aranceles
Estados Unidos ha impuesto nuevos gravámenes a los siguientes socios comerciales, según listado difundido por la plataforma digital de BBC y también por la Casa Blanca.
Lesoto, Camboya, Laos, Madagascar, Vietnam, Myanmar, Siri Lanka, Islas Malvinas, Siria, Mauricio, Irak, Botsuana, Guyana, Serbia, Bangladesh, Liechtenstein, Tailandia, Bosnia-Herzegovina, China, Macedonia del Norte, Angola, Fiyi, Indonesia, Suiza, Taiwán, Sudáfrica, Argelia, Nauru, Kazajstán, Pakistán, Moldavia, India, Túnez, Malasia, Filipinas, Tailandia, Nicaragua, Bolivia, Afganistán, Angola, Camerún, Costa Rica, Botsuana, Chad, Costa de Marfil, República Democrática del Congo, Israel, Japón, Guyana, Islandia, Jordania, Madagascar, Mozambique, Namibia, Nueva Zelanda, Nigeria, Trinidad y Tobago, Uganda, Turquía, Noruega, Corea del Sur, Papúa, Nueva Guinea, Vanuatu, Zambia, Zimbabue, Venezuela, República Dominicana, Macedonia del Norte, Lesotho y Malawi.
China-EE. UU.
China tiene límite hasta el 12 de agosto para arribar a un acuerdo arancelario con la administración de Trump, y, actualmente, varias comisiones de funcionarios de Beijing-Washington vienen realizando sucesivas reuniones.
Probablemente, es el proceso de negociaciones más complejo para ambos países por el volumen de comercialización e intereses que conlleva. Estados Unidos y China, superpotencias predominantes, tienen las dos economías más grandes del planeta.
Artículo de Manuel Díaz Aponte