Es la primera mejora en siete años y respalda el manejo fiscal del país.
SANTO DOMINGO — La agencia calificadora Moody’s Ratings ha elevado la nota crediticia de la República Dominicana a Ba2 con perspectiva estable, un avance que marca la primera mejora desde junio de 2017. La decisión responde a la estabilidad macroeconómica del país, su capacidad de crecimiento sostenido y mejoras visibles en la gestión de la deuda y las instituciones públicas.
El informe publicado este viernes reconoce que la economía dominicana ha mantenido un ritmo de expansión cercano al 5 % anual durante los últimos 15 años. Esto, según Moody’s, se debe en parte a una mayor diversificación productiva, reformas estructurales y un entorno de gobernabilidad relativamente sólido, especialmente comparado con sus pares de calificación y otros países de la región.
Moody’s subraya que la República Dominicana ha sabido recuperarse con rapidez de los efectos de la pandemia en 2020. A diferencia de otras economías que siguen luchando por estabilizarse, el país caribeño ha mostrado una combinación de crecimiento económico, fortalecimiento institucional y mejora en los indicadores de gobernanza.
Uno de los elementos que más peso tuvo en la decisión de la calificadora fue la estabilidad política. El informe señala que esa estabilidad ha permitido atraer niveles récord de inversión extranjera directa, un crecimiento constante en los ingresos por turismo y un sostenido flujo de remesas, factores que han apuntalado las reservas internacionales del país. Hoy por hoy, la República Dominicana mantiene una posición externa sólida y menos expuesta a choques financieros imprevistos.
Otro punto a favor es la evolución de la política fiscal. Moody’s destaca la planificación y el manejo prudente de la deuda pública, que ha evitado aumentos descontrolados en el gasto y ha priorizado inversiones de impacto. También menciona mejoras en la capacidad del Estado para implementar políticas de largo plazo y gestionar eficientemente los recursos.
Este ascenso en la calificación ocurre tras el cambio de perspectiva que Moody’s ya había realizado en 2023, cuando pasó de “estable” a “positiva”. En ese momento, la agencia ya apuntaba que el país estaba avanzando en una trayectoria que eventualmente podría traducirse en una mejor nota. Ahora, esa expectativa se ha materializado.
Aunque el país aún se mantiene dentro del rango de grado especulativo, el nuevo estatus Ba2 representa un voto de confianza importante desde el punto de vista internacional. Mejora la percepción de riesgo ante los mercados financieros, facilita el acceso al crédito en condiciones más favorables y puede abrir nuevas puertas para el financiamiento de proyectos públicos y privados.
Para las autoridades dominicanas, el reto ahora será mantener el ritmo de las reformas, contener los riesgos externos y seguir consolidando la institucionalidad. Con un contexto regional inestable, el país tiene la oportunidad de destacar como uno de los actores más estables y confiables del Caribe y América Latina.