Jueza Sandra Heredia emitirá hoy la sentencia al expresidente hallado culpable de soborno y fraude.
El reloj del poder político y judicial en Colombia marca una hora sin precedentes. Por primera vez en la historia del país, un expresidente ha sido declarado culpable de cargos penales, y hoy, ese hito se materializa en una sentencia. La jueza Sandra Heredia comunicará públicamente la pena que deberá cumplir el expresidente Álvaro Uribe Vélez tras ser hallado culpable de soborno a testigos y fraude procesal.
Aunque la fiscalía había solicitado una pena de nueve años de prisión, la jueza Heredia ha dejado claro que Uribe no irá a la cárcel. En un fallo que ya genera controversia, la jueza expresó que el exmandatario se hace merecedor de prisión domiciliaria, acogiendo así un precedente legal que permite cumplir la condena en casa. Esta decisión, si bien es un castigo, contrasta con las expectativas de quienes esperaban ver a Uribe tras las rejas.
Una vez que se lea la sentencia y se determine el monto de la pena, el equipo legal del expresidente dispondrá de cinco días hábiles para apelar. Según analistas, este caso pasará entonces al Tribunal Superior de Bogotá, donde varios magistrados revisarán el fallo.
El abogado de Uribe, Jaime Granados, ya adelantó a medios locales que presentarán la apelación para impugnar la decisión de la jueza Heredia. El pulso legal está lejos de terminar.
La condena de Uribe ha generado un terremoto político que ha reavivado tensiones incluso con Estados Unidos. El presidente Gustavo Petro ha sido contundente, pidiendo a la embajada estadounidense que "no se entrometa en la justicia" colombiana.
En particular, Petro solicitó a la Corte Constitucional y al Tribunal Supremo que rechazaran las declaraciones del secretario de Estado, Marco Rubio, quien calificó la condena como una supuesta "instrumentalización política del poder judicial".
Petro fue enfático en su reclamo: "¿Por qué la Corte Constitucional, a través de su presidente, no se para y dice que este país es independiente y soberano y que aquí se respetan los jueces y las juezas? ¿O es que nos volvimos de nuevo una colonia?".
La génesis de este caso se remonta a 2012, cuando Uribe denunció al senador Iván Cepeda por presuntamente ofrecer beneficios a testigos para que lo vincularan con grupos paramilitares. Sin embargo, en un giro dramático, la Corte Suprema de Justicia no solo archivó la denuncia, sino que concluyó que era Uribe quien estaba manipulando testigos.
Tras esta determinación, Uribe renunció a su escaño en el Senado en 2020 para que su caso pasara a la justicia ordinaria. Aunque el proceso se estancó por un tiempo, fue reabierto en enero de 2024 por el fiscal Gilberto Villarreal, quien encontró suficientes pruebas para imputarlo por soborno y fraude.
El fallo de hoy es un momento histórico para la justicia colombiana. Aunque la sentencia final aún no es definitiva y el proceso continuará, el hecho de que un exmandatario sea hallado culpable marca un antes y un después en la lucha contra la impunidad en el país.