Un estudio advierte que el gasto sanitario mundial crece más rápido que el PIB, poniendo en jaque su sostenibilidad.
El equilibrio económico de los sistemas de salud del mundo está en jaque. Así lo advierte un reciente informe de Siemens Financial Services, que señala un crecimiento sostenido —y preocupante— del gasto sanitario por encima del ritmo al que crece el Producto Interno Bruto (PIB) de los países.
El estudio, titulado “Gastos en sanidad: afrontar el gran reto”, analiza el periodo 2016-2024 y deja una conclusión clara: la atención médica se está volviendo insostenible para los sistemas nacionales. Mientras los recursos disponibles —representados por el PIB— avanzan a un ritmo moderado, el gasto en salud se dispara por múltiples frentes.
Según el informe, el aumento de costos en la atención médica supera con creces tanto al crecimiento económico como a la inflación. Esta dinámica genera una brecha de viabilidad económica cada vez más difícil de cerrar, lo que pone en duda la capacidad futura de muchos países para seguir ofreciendo servicios de salud adecuados y accesibles.
Entre los factores que explican esta escalada de gastos, el estudio menciona un combo difícil de enfrentar: el envejecimiento poblacional, el crecimiento de las enfermedades crónicas, la adopción de tecnologías médicas avanzadas, la escasez de personal sanitario, los requerimientos normativos, la presión por la sostenibilidad ambiental, el alza en los costos energéticos y la ampliación de la cobertura de seguros médicos.
Es decir, el sistema está pagando más por atender a más personas, con más necesidades y bajo condiciones más exigentes.
La advertencia del informe es clara: sin una transformación profunda, los sistemas sanitarios no resistirán el peso de esta dinámica. Para revertir la tendencia, propone abordar el problema desde una doble vía: eficiencia tecnológica y eficiencia financiera.
Según el informe, el aumento de costos en la atención médica supera con creces tanto al crecimiento económico como a la inflación
En ese sentido, el estudio apuesta por un modelo de financiación más flexible, que permita a las instituciones actualizarse sin descapitalizarse. Esto incluye desde renovar equipos con alto consumo energético, hasta modernizar infraestructuras o implementar soluciones digitales que optimicen la gestión clínica.
“La eficiencia financiera es tan importante como la tecnológica”, afirmó Hiart Legarreta, CEO de Siemens Financial Services COF en España. Según explicó, convertir el gasto de capital en gasto operativo a través de financiamiento privado puede permitir que las instituciones sanitarias avancen sin necesidad de comprometer recursos propios.
Un ejemplo concreto: proyectos de eficiencia energética pueden financiarse con los ahorros que generarán a futuro, gracias a esquemas financieros diseñados para adaptarse a esa lógica. Así, se liberan fondos para otras necesidades urgentes del sistema.
El diagnóstico está hecho. Ahora, como alerta el informe, la sostenibilidad de la salud pública dependerá de la voluntad política y la capacidad de innovar en la forma de financiarla y gestionarla. Porque si el gasto sigue avanzando sin control, lo que está en riesgo no es solo la economía… sino la vida misma Con datos de Europa Press..