Poder Judicial relanza programa de portavoces para enfrentar nuevos retos comunicacionales
SANTO DOMINGO. El magistrado Francisco Ortega Polanco, juez de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), defendió el valor de una sentencia clara y bien fundamentada como el mejor escudo de un juez ante la crítica pública.
“Una sentencia que se basta a sí misma es la mejor defensa del juez que la redacta o pronuncia”, afirmó Ortega Polanco durante el relanzamiento del Programa de Portavoces del Poder Judicial, un proyecto que busca mejorar la comunicación institucional con la ciudadanía.
Frente a 86 jueces y juezas de distintas jurisdicciones del país, el también presidente de la Comisión Ejecutiva de Comunicación e Imagen Institucional enfatizó que la sentencia debe ser más que una formalidad jurídica: debe comunicar. “Aunque el juez ya no solo habla por sentencia, esta sigue siendo su medio de expresión principal. Debe estar escrita en lenguaje claro, comprensible, y sin rebusques innecesarios”, señaló.
Ortega reconoció que la crítica es parte del cargo y una forma legítima de control ciudadano. “Podríamos aceptar que, hasta un punto en el tiempo, esa verdad era suficiente: que el portavoz del juez fuera su sentencia. Pero hoy sabemos que eso no basta. La crítica viene con el cargo, y quien no quiera ser cuestionado, que no sea juez”, sostuvo.
El relanzamiento del Programa de Portavoces del Poder Judicial busca justamente fortalecer la capacidad del sistema de justicia para responder a las exigencias del entorno actual. A través de este proyecto, 86 jueces y juezas recibieron formación en herramientas de comunicación y manejo de emociones, con el objetivo de representarse ante la sociedad con transparencia, integridad y apego a los valores institucionales.
El taller fue impartido por los expertos Lissette Selman, José Lora y Roselyn Sánchez, bajo la coordinación de la Escuela Nacional de la Judicatura (ENJ). Según explicaron sus organizadores, el nuevo perfil de portavoz judicial está diseñado para enfrentar los retos que impone una ciudadanía más informada, exigente y crítica.
Desde el Poder Judicial se entiende que ya no basta con administrar justicia, sino que también es necesario comunicarla. Por eso, el programa busca crear vocerías preparadas, que conecten con la población y ayuden a consolidar la confianza en las instituciones.
“El juez no puede estar aislado del país real. La justicia debe hablar con claridad, y también con empatía”, subrayó Ortega. El mensaje es claro: una sentencia bien escrita es clave, pero en tiempos de comunicación acelerada y redes sociales, la justicia también necesita saber cómo hacerse entender.