DeVere Group predice que la debilidad económica forzará un cambio de rumbo en otoño.
NUEVA YORK, EE. UU. – La Reserva Federal de Estados Unidos ha mantenido hoy las tasas de interés sin cambios, una decisión que, aunque esperada, no disipa la creciente convicción de que un recorte en septiembre es ahora el foco central. Así lo predice el director ejecutivo de DeVere Group, instando a los inversores a prepararse.
"La decisión de mantener la tasa era esperada, pero no modifica la trayectoria. Es probable que la Fed simplemente haya ganado ocho semanas más antes de un cambio de rumbo", afirmó Nigel Green, director ejecutivo del gigante global de asesoría financiera deVere Group. "Ahora esperamos que para septiembre, la debilidad subyacente de la economía haga que un recorte no solo esté justificado, sino que sea necesario".
La Fed ha mantenido su tasa de referencia en el rango objetivo de 4.25% a 4.50%, un nivel que no ha variado desde diciembre. Sin embargo, la noticia no fue la estabilidad, sino la disidencia dentro del comité. Cuando los principales responsables políticos empiezan a romper filas, es una señal inequívoca de que el consenso se está resquebrajando. La economía, al parecer, está cambiando a un ritmo más acelerado que la narrativa oficial.
Más allá de los titulares: una economía en desaceleración
A primera vista, la cifra principal del Producto Interno Bruto (PIB) –un crecimiento anualizado del 3.0% en el segundo trimestre– pintó un panorama de fortaleza. No obstante, los datos internos revelan una historia diferente. Las importaciones se desplomaron, inflando artificialmente el dato general, mientras que la demanda interna básica mostró una desaceleración drástica.
"La cifra del PIB parecía impresionante a primera vista, pero se basa en una brecha comercial cada vez menor. Esa no es la base de un crecimiento duradero", señaló Nigel Green. "Por debajo, tanto el consumo privado como la inversión empresarial muestran signos de agotamiento".
El gasto del consumidor, aunque sigue siendo positivo, ha reducido su ritmo en comparación con el trimestre anterior. Los estadounidenses se están volviendo más selectivos y cautelosos con sus compras, un cambio crucial que los inversores deben considerar al evaluar qué segmentos del mercado pueden mantener su resiliencia.
Estamos observando una transición en el comportamiento del consumidor. La gente no está entrando en pánico, pero sí duda. Están reflexionando más sobre cómo y dónde invertir. Este cambio se extenderá a todos los sectores, y los inversores inteligentes serán quienes se adapten con anticipación.
La ventana de oportunidad para inversores
Dado que la inflación continúa su descenso, la Fed tiene margen para actuar. Las señales económicas más amplias ahora apuntan en la misma dirección: la necesidad de un ajuste. Los argumentos a favor de los recortes no se basan en el miedo, sino en el realismo económico. El crecimiento no se está revirtiendo, pero sí está disminuyendo. La Reserva Federal siempre ha afirmado que sus decisiones se basan en datos, y estos están evolucionando.
El director ejecutivo de deVere Group considera que la pausa de hoy ofrece a los inversores una ventana crucial. Este es el momento idóneo para revisar la exposición de las carteras, realizar pruebas de estrés y reorientar la inversión hacia activos de alta calidad y diversificados globalmente. Quienes esperen el anuncio oficial para reposicionarse, advierte Green, podrían llegar tarde.
Los mercados podrían reaccionar positivamente a corto plazo ante la "mano firme" de la Fed, pero ese optimismo podría desvanecerse una vez que los inversores procesen los matices de la desaceleración de la demanda y el desempeño desigual del sector. Hay una diferencia entre el impulso y la resistencia. Actualmente, estamos viendo el final de la resiliencia impulsada por los estímulos, no una expansión generalizada. Posicionarse basándose únicamente en el titular sería un error.
DeVere aconseja a sus clientes mirar más allá de la disyuntiva de subidas o bajadas de tipos y centrarse, en cambio, en la durabilidad de la cartera en un mundo donde el crecimiento es constante, pero ya no abundante. Parece que estamos entrando en una nueva fase de menor inflación, menor crecimiento y, pronto, tasas más bajas. Esto premia la estrategia con visión de futuro por encima de la reacción impulsiva.