Lo apuñaló tras negarse a darle dinero; su hija presenció el crimen
Una salida urgente por un dolor de muela terminó convertida en una tragedia irreparable. Miguel Antioque Peguero, abogado y padre de familia, fue asesinado frente a su esposa y su hijastra de 12 años cuando se disponía a salir de su casa en Villa Progreso II, Los Alcarrizos, rumbo a un centro médico.
El crimen ocurrió el pasado 8 de marzo de 2024 y este lunes su responsable fue condenado a 30 años de prisión.
El condenado, Josué Eusebio Rosario, llegó al lugar como pasajero en una motocicleta conducida por otra persona no identificada. Al acercarse a la víctima, le exigió dinero. Al recibir una negativa, descendió del motor, sacó un arma blanca y lo apuñaló sin más. Miguel Peguero no sobrevivió al ataque.
La escena, que marcó para siempre a la familia, fue presenciada por su esposa y su hijastra, quien con tan solo 12 años tuvo que testificar en el proceso mediante cámara Gesell. Su testimonio, junto al de otros testigos, fue clave para lograr la condena, según detalló el Ministerio Público.
Los fiscales Francheska Alcántara, Vilma Méndez y Nicasio Pulinario presentaron pruebas contundentes que permitieron al Tercer Tribunal Colegiado de Santo Domingo Oeste declarar culpable a Rosario de homicidio voluntario, en violación de los artículos 295 y 304 del Código Penal Dominicano.
La investigación fue dirigida por la fiscal Yessica Durán, quien aseguró que el crimen fue un acto brutal, cometido sin mediar provocación y en presencia de menores.
El tribunal, compuesto por los jueces Julio de los Santos Morla, Clara Yoselin Rivera Franco y Sandra Josefina Cruz, impuso la pena máxima establecida para este tipo de delitos.
Rosario deberá cumplir la condena en el Centro de Corrección y Rehabilitación Najayo Hombres, en San Cristóbal.
Este caso, además de reflejar la crudeza de la violencia urbana, resalta el peso emocional que enfrentan las familias que sufren estas pérdidas, especialmente cuando niños quedan marcados por escenas traumáticas.
La justicia llegó, pero no alcanza para reparar el daño causado. Una familia salió en busca de alivio para un dolor físico y encontró una pérdida devastadora.