Colombia exige un protocolo tras llegada masiva de repatriados
Quito y Bogotá se enfrentan por una repatriación masiva que tomó por sorpresa al gobierno colombiano. Ecuador confirmó este sábado la deportación de al menos 1.000 presos de nacionalidad colombiana, una medida que ya está en marcha y que ha generado tensiones diplomáticas entre ambos países.
Según informó el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI), el proceso arrancó con la salida de 700 internos desde distintos centros penitenciarios del país. “Esta medida refuerza el compromiso con la seguridad y el orden interno”, indicó el organismo en un comunicado.
Las deportaciones se fundamentan en lo establecido por la Ley Orgánica de Movilidad Humana y otras reformas legales que facultan al Estado ecuatoriano a expulsar a extranjeros condenados, siempre que hayan cumplido ciertos requisitos procesales.
El procedimiento se formalizó mediante un acuerdo suscrito el pasado 2 de julio entre la Subsecretaría de Migración y la Dirección de Control Migratorio.
Durante julio se celebraron unas 1.000 audiencias individuales a reclusos colombianos. Tras la evaluación de cada caso, se emitieron resoluciones que permitieron a los jueces ordenar su excarcelación inmediata.
Luego, bajo custodia policial y según explicó el Ejecutivo, se inició su traslado hacia Colombia por el Puente Internacional de Rumichaca, en la frontera norte.
Ecuador asegura que el operativo se ha ejecutado bajo “estrictos protocolos de seguridad” y con respeto pleno a los derechos humanos, pero sin ofrecer mayores detalles sobre los criterios de selección o el tratamiento individual de cada caso.
Sin embargo, el gobierno colombiano no fue notificado con antelación, lo que ha generado fuertes críticas desde Bogotá. El Ministerio de Relaciones Exteriores denunció la falta de coordinación y planificación por parte de Quito, y reclamó la creación de un protocolo conjunto que garantice el retorno digno y ordenado de sus ciudadanos.
“El gobierno de Colombia, a través de la Cancillería, insistirá con su par ecuatoriano para que se establezca un calendario de salidas y un mecanismo que permita el adecuado recibimiento”, expresó la entidad diplomática en un comunicado.
Entre miércoles y jueves llegaron 603 repatriados (543 hombres y 60 mujeres), lo que obligó a las autoridades locales a reaccionar de forma improvisada.
La canciller colombiana, Rosa Yolanda Villavicencio, reconoció el esfuerzo de los equipos en frontera, quienes ofrecieron atención humanitaria inmediata a los retornados, pese a la falta de aviso.
“La situación se manejó con normalidad. Se aplicaron protocolos de atención, se les brindó información, orientación y apoyo para llegar a sus lugares de destino. Fueron tratados con dignidad”, subrayó Villavicencio.
El episodio ha encendido las alarmas en Colombia y dejado al descubierto la ausencia de acuerdos claros para la repatriación de presos entre los dos países. Mientras tanto, el flujo de deportaciones continúa, con nuevas salidas previstas en los próximos días. C on datos de Europa Press