Más de 16 mil personas fueron impactadas por el programa Gobierno Contigo
San Antonio de Guerra. – Lo que parecía un ciclo interminable de promesas incumplidas empezó a romperse este viernes. El presidente Luis Abinader llegó al municipio de San Antonio de Guerra con algo más que discursos: trajo obras en marcha, programas activos y, por fin, agua potable para cinco sectores que llevaban dos décadas esperando.

Más de 16 mil personas fueron impactadas directamente por la jornada “Gobierno Contigo”, que movilizó a más de 30 instituciones estatales y dejó una estela de acciones concretas: entrega de raciones alimenticias, electrodomésticos, reparación de techos, inspección de obras y contacto directo con la comunidad. Sin tarimas innecesarias ni vueltas retóricas, el presidente escuchó, caminó y prometió cara a cara.
Agua para quienes nunca la tuvieron
Uno de los momentos más significativos de la jornada fue la visita al proyecto de acueducto que dotará de agua potable a sectores históricamente olvidados: Los Chaquitos (Doña Petra), Doña Julia, Nicanor, El Fao y El Metro. La instalación de 30.7 kilómetros de tuberías y cinco pozos forma parte de la primera fase de una obra que, una vez completada, beneficiará a más de 38 mil personas.
“No puede ser que en pleno 2025 haya dominicanos viviendo sin acceso al agua. Eso estamos resolviendo aquí”, dijo Abinader tras recorrer las conexiones domiciliarias del sector Doña Julia. Estaba acompañado del director de la CAASD, Fellito Suberví, quien explicó los avances técnicos del proyecto.
Las voces de la comunidad
En una asamblea abierta, los residentes no perdieron la oportunidad de hablar. Expusieron problemas, solicitaron soluciones y arrancaron varios compromisos del propio presidente. Entre los pedidos más urgentes: canchas deportivas, un juzgado de paz, ambulancias, un cuartel policial, autobuses escolares y becas. También se habló de títulos de propiedad, mejoras viales y hasta la construcción de un ingenio.
Abinader no prometió todo, pero sí dejó claro que tomó nota. Delegó en funcionarios específicos la verificación de ciertos casos y ordenó la creación de mesas de trabajo para dar seguimiento a las solicitudes. “La diferencia entre una visita y una solución está en lo que se hace después de escuchar”, afirmó.
Programas que se sienten en el día a día
Además del tema del agua, la jornada incluyó visitas a otros programas de alto impacto. En el sector La Ravelo, el presidente conversó con familias beneficiadas por el plan Familia Inclusiva, que ya ha intervenido más de 300 viviendas junto a la Comisión Presidencial para el Desarrollo Barrial. El mandatario comprobó in situ las mejoras en las casas, desde pisos nuevos hasta conexiones eléctricas seguras.
En el Centro Tecnológico Comunitario (CTC), Abinader animó a los jóvenes a seguir con sus proyectos de robótica y tecnología. “Aquí hay talento, sólo falta el empuje”, dijo tras hablar con varios estudiantes que mostraron sus prototipos.
La jornada cerró en la Escuela Juana Taveras con el programa “Primero Tú”, una iniciativa de inclusión social de PROPEEP que acerca los servicios del Estado a la gente. Desde salud hasta asesoría legal, más de 30 instituciones participaron en la actividad.
“El Estado tiene que ir a donde está la gente, no al revés”, dijo el presidente al final del recorrido. “Este gobierno es para resolver, no para figurar”.
Más que promesas, respuestas
La visita a San Antonio de Guerra no fue un acto simbólico ni un evento de protocolo. Fue una jornada intensa, con el presidente metido de lleno en los barrios, hablando con la gente, preguntando por lo que falta y comprometiéndose con lo que sigue.
En palabras de un líder comunitario: “No es la primera vez que viene un presidente, pero sí la primera vez que uno se sienta escuchado de verdad”.
Si las acciones siguen el ritmo de las palabras, Guerra podría dejar de ser uno de esos lugares donde las obras se prometen y nunca llegan. Por ahora, ya empezaron a llegar las tuberías. Y con ellas, una señal clara de que algo, por fin, está cambiando.