La misión TRACERS explorará cómo el campo magnético nos protege del clima espacial
Dos naves gemelas de la NASA ya están en el espacio con una misión clara: entender mejor cómo la Tierra se defiende del clima espacial. El proyecto se llama TRACERS (Tandem Reconnection and Cusp Electrodynamics Reconnaissance Satellites) y busca observar de cerca uno de los fenómenos más energéticos que ocurren sobre nuestros cielos.
El lanzamiento tuvo lugar el 23 de julio a las 18:13 UTC desde la base Vandenberg, en California. Un cohete Falcon 9 de SpaceX fue el encargado de poner en órbita los dos satélites, que volarán en formación, separados por apenas 10 segundos. Su destino: una región clave del campo magnético terrestre cerca del Polo Norte, conocida como la cúspide polar.
Esta zona es especial porque actúa como una ventana abierta entre el campo magnético de la Tierra y el espacio interplanetario. Allí es donde el viento solar —una corriente continua de partículas cargadas que emite el Sol— choca contra nuestro escudo magnético. Cuando esto sucede, las líneas de campo se rompen y se reconfiguran violentamente en un proceso llamado reconexión magnética. Esa liberación súbita de energía lanza partículas a toda velocidad hacia la atmósfera.
Las sondas TRACERS se dedicarán a registrar en tiempo real las huellas que dejan esas colisiones. Se espera que, en el primer año de misión, recojan unas 3.000 mediciones detalladas del comportamiento de las partículas cargadas y los cambios en el campo magnético. Toda esa información servirá para entender cómo varía este escudo natural dependiendo de la intensidad del viento solar.
Uno de los objetivos principales es observar cómo esas explosiones magnéticas afectan la atmósfera terrestre, y por extensión, la infraestructura tecnológica que depende del espacio cercano: satélites, sistemas de navegación, comunicaciones y redes eléctricas.
Aunque suene técnico, el estudio del campo magnético no es un asunto menor. Sin él, la vida en la Tierra sería muy distinta. Es nuestro escudo invisible, y lo que hagan estas sondas ayudará a comprender mejor cómo funciona, cuándo falla y cómo podemos protegernos ante eventos solares extremos.
Con TRACERS, la NASA da un paso más en su misión de entender el entorno espacial que rodea al planeta. Porque conocer el espacio no es solo mirar las estrellas, sino también entender cómo nos afectan.