Propone convertir la Alianza Global en un motor de acción concreta
Georgetown, Guyana.– El presidente Luis Abinader no fue a Guyana solo a cumplir con un protocolo diplomático. Durante su intervención en la Cumbre de la Alianza Global por la Biodiversidad, el mandatario dominicano lanzó un mensaje contundente: la biodiversidad no es un lujo ni una idea abstracta, es la base de nuestra alimentación, nuestra salud y nuestra economía.
Abinader dejó claro que proteger la biodiversidad es una obligación ética, pero también una necesidad estratégica para el desarrollo. Y fue más allá: pidió que esta alianza internacional se convierta en algo más que un foro. Propuso que se transforme en una fuerza de acción con metas claras, resultados medibles y financiamiento real, especialmente para los países del Sur Global y los pequeños estados insulares, que son los más vulnerables al deterioro ambiental.
“Que esta cumbre sea el punto de partida de un movimiento global con visión y acción, con mecanismos efectivos de seguimiento y rendición de cuentas”, dijo Abinader, en un discurso enérgico y centrado en resultados.
El presidente aprovechó el escenario para compartir lo que ha hecho la República Dominicana en materia ambiental. Mencionó que el país ha integrado los compromisos del Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal a su estrategia nacional, y que ya está en marcha un plan de acción para el período 2025–2035.
Destacó que, para 2030, el país alcanzará la meta global del 30% de áreas protegidas, tanto terrestres como marinas. Como prueba, citó la creación del Santuario Marino Orlando Jorge Mera y la expansión de los Santuarios de Mamíferos Marinos de los Bancos de la Plata y La Navidad. “Esto no es solo conservación ambiental, es justicia intergeneracional”, afirmó.
Además, Abinader habló de las acciones en marcha para restaurar manglares, cuencas hidrográficas, humedales y arrecifes de coral, al tiempo que se promueven bioeconomías locales y se reconoce el verdadero valor del capital natural del país.
El presidente también alertó sobre el sargazo, al que definió como una amenaza directa para la vida marina, la salud costera, el turismo y la pesca artesanal. Propuso que se declare como una prioridad regional y pidió que la Alianza Global impulse proyectos conjuntos para convertir este problema en una oportunidad sostenible, con respaldo técnico, científico y financiero.
Abinader cerró su intervención agradeciendo al pueblo y al gobierno de Guyana por la acogida y subrayó que la causa común que los une es la defensa de la biodiversidad: “Solo con unidad aseguraremos un futuro en el que la vida, en toda su riqueza y diversidad, pueda florecer para las próximas generaciones”.
Tras su participación, el presidente regresa este mismo miércoles a República Dominicana.