La funcionaria de ONDA participó en el Malla Naranja UNIBE Workshop 2025
Santo Domingo. – El derecho de autor no es solo un concepto legal, es un motor económico, una herramienta de desarrollo y una forma de proteger lo que nace del talento humano. Así lo planteó la licenciada Lucía Castillo Arbaje, encargada del Departamento de Sociedades de Gestión Colectiva de la Oficina Nacional de Derecho de Autor (ONDA), durante su ponencia en el Malla Naranja UNIBE Workshop, celebrado del 15 al 18 de julio en la Universidad Iberoamericana (UNIBE).

Ante un público conformado por estudiantes, docentes y emprendedores del sector creativo, Castillo ofreció una conferencia en la que desglosó de forma clara y directa el papel del derecho de autor dentro del ecosistema cultural y productivo del país. En sus palabras, “cuando hablamos de propiedad intelectual, hablamos de proteger lo que nace de la mente y del talento. Eso incluye tanto a escritores y músicos como a programadores y diseñadores”.
Propiedad intelectual: más que arte
La funcionaria inició explicando que la propiedad intelectual abarca todas las creaciones del intelecto humano, desde las más tradicionales —como novelas, pinturas o canciones— hasta innovaciones como software, bases de datos y marcas. En República Dominicana, esta protección se enmarca en dos leyes fundamentales: la Ley 20-00 de Propiedad Industrial y la Ley 65-00 de Derecho de Autor, que da vida a la ONDA.
Castillo enfatizó que no es obligatorio registrar una obra para que esté protegida por ley, ya que el derecho nace automáticamente al momento de la creación. Sin embargo, recomendó el registro ante la ONDA como una prueba legal sólida en caso de disputas sobre la autoría o la fecha de creación.
Derechos morales, patrimoniales y dominio público
Uno de los puntos clave de la conferencia fue la distinción entre derechos morales y patrimoniales. Los primeros garantizan que se reconozca la autoría y se respete la integridad de la obra; los segundos permiten su reproducción, comercialización y adaptación, generando beneficios económicos. Estos últimos se extienden por toda la vida del autor y 70 años después de su muerte, protegiendo así también los intereses de sus herederos.
Cuando ese tiempo se cumple, las obras ingresan al dominio público, donde pueden ser utilizadas libremente. “Eso no significa que pierdan su valor, sino que pasan a formar parte del patrimonio cultural común. Así ha ocurrido con Shakespeare, Beethoven o Cervantes”, explicó Castillo.
Excepciones, piratería y consecuencias legales
La exposición también abordó los límites al derecho de autor, es decir, los casos en que una obra puede ser utilizada sin autorización: fines educativos, citas informativas, uso doméstico o preservación en bibliotecas, siempre que no haya ánimo de lucro. Sin embargo, advirtió sobre los riesgos del plagio y la piratería, prácticas que son delitos sancionados por la Ley 65-00.
“Copiar una obra y presentarla como propia no solo es una falta ética, es un delito. Reproducir y vender sin autorización daña directamente al creador y frena el crecimiento de nuestras industrias culturales”, afirmó.
Casos reales y lecciones globales
Para ilustrar la aplicabilidad del derecho de autor, Castillo presentó casos conocidos a nivel internacional. Mencionó la disputa entre el artista Andy Warhol y la fotógrafa Lynn Goldsmith por el uso no autorizado de una imagen de Prince, así como la demanda del tatuador Victor Whitmill contra Warner Bros. por el uso de un tatuaje en el personaje de Mike Tyson en la película The Hangover 2. Estos ejemplos muestran que la propiedad intelectual abarca mucho más que libros o canciones: incluye desde imágenes hasta tatuajes, cine y diseño digital.
El rol de las sociedades de gestión colectiva
Otro punto importante fue el papel de las sociedades de gestión colectiva, entidades autorizadas por decreto presidencial que administran los derechos patrimoniales de los creadores y gestionan el cobro de regalías a nivel nacional e internacional. Según Castillo, estas organizaciones “facilitan que los autores reciban lo que les corresponde por el uso de sus obras, ya sea en televisión, radio, plataformas digitales o espectáculos públicos”.
Antes de cerrar, citó al director general de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), Daren Tang: “El derecho de autor es un instrumento clave para fomentar la creatividad, generar empleos, atraer inversiones y construir una economía basada en el conocimiento”.
Sobre el Malla Naranja UNIBE Workshop
Este evento forma parte de una iniciativa de la Escuela de Estudios Generales de UNIBE, orientada a explorar la economía creativa como eje de desarrollo social y económico. Desde su creación en 2022, el Malla Naranja ha crecido como un espacio de formación, debate e innovación, donde estudiantes de bachillerato y universitarios se acercan al mundo del arte, la cultura, la tecnología y los medios de comunicación.
Durante varios días, los participantes exploran la economía naranja, también conocida como economía creativa, que engloba todas las actividades donde la creatividad y el conocimiento se transforman en bienes y servicios con valor económico. De acuerdo con organismos como la UNESCO y la UNCTAD, estas industrias son clave para una economía más sostenible, inclusiva e innovadora.
El evento combina conferencias, talleres y paneles con ejercicios prácticos y espacios de colaboración, promoviendo un enfoque donde la imaginación y el pragmatismo van de la mano. En este contexto, intervenciones como la de Lucía Castillo permiten conectar los derechos de autor con el presente y el futuro de la economía creativa en el país.