Maxwell se encuentra actualmente cumpliendo una condena de 20 años por tráfico sexual de menores
El caso Epstein se niega a morir, y ahora es Ghislaine Maxwell quien vuelve al centro de la tormenta. El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha confirmado que se reunirá con la expareja y mano derecha del millonario pedófilo para recabar nueva información que pueda reactivar partes clave del caso. Esto sucede justo cuando arrecian las críticas a Donald Trump por haber intentado frenar cualquier investigación adicional.
Maxwell, actualmente cumpliendo una condena de 20 años por tráfico sexual de menores, será escuchada por funcionarios del Departamento, según informó el fiscal general adjunto, Todd Blanche.
En un comunicado que dejó poco espacio para la ambigüedad, Blanche afirmó: “Este Departamento no elude verdades incómodas” y dejó claro que están dispuestos a seguir el caso hasta donde los hechos conduzcan.
La reunión con Maxwell está prevista para los próximos días. Su abogado ya fue contactado, y desde el Departamento aseguran que si ella tiene datos relevantes, será escuchada.
Sin embargo, Blanche también aclaró que la revisión más reciente de los archivos del FBI no arrojó pruebas suficientes para abrir cargos contra otros posibles implicados.
Maxwell fue condenada en diciembre de 2021 por participar activamente en la red de explotación sexual montada por Jeffrey Epstein. El magnate murió en prisión en agosto de 2019, en un suicidio que todavía genera dudas entre la opinión pública.
El caso ha sido desde entonces un campo minado político y judicial, con nombres de alto perfil flotando en el aire y documentos sellados que muchos creen esconden una lista de clientes influyentes.
En las últimas semanas, la fiscal general Pam Bondi ha sido blanco de fuertes críticas, especialmente del ala dura del movimiento MAGA, que acusa al Departamento de encubrir una supuesta “lista Epstein” con los nombres de quienes participaron en las fiestas privadas del magnate.
Trump, por su parte, no ha ocultado su deseo de cerrar este capítulo. Según varios medios, presionó para dejar el caso en el pasado, calificándolo como un “intento de sabotaje político”. Pero la presión pública y política va en sentido contrario. El portavoz demócrata Hakeem Jeffries no dudó en señalar que “Trump está nervioso” por lo que pueda salir a la luz.
La tensión aumentó tras conocerse que la Casa Blanca excluyó al Wall Street Journal de un viaje presidencial a Escocia, justo después de que el diario publicara una nota que mencionaba cartas “subidas de tono” enviadas por Trump a Epstein en 2003.
Como si no bastara, la fiscal del distrito sur de Nueva York, Maurene Comey —hija del exdirector del FBI—, fue removida de su cargo la semana pasada. Llevaba casi una década trabajando en casos sensibles y fue pieza clave en el proceso contra Epstein.
El ambiente se caldea aún más con acusaciones esporádicas, como las de Elon Musk, exasesor de Trump, quien lo señaló públicamente en redes como vinculado al caso… para luego borrar todo. Pero como ocurre en este expediente, cada palabra cuenta y cada silencio pesa.
La pregunta es si Maxwell dirá algo nuevo, y si lo que diga será suficiente para abrir una nueva etapa en este caso que nunca cerró del todo. Con datos de Europa Press