Bancos centrales enfrentarían presión para recortar tasas de interés
Nueva York.-La inminente ofensiva arancelaria del expresidente Donald Trump contra la Unión Europea, con impuestos de hasta un 30 % sobre productos europeos, no solo agita las aguas del comercio global, sino que amenaza con reconfigurar la estrategia de los principales bancos centrales del mundo, advierte Nigel Green, CEO del grupo financiero deVere.
“El propósito de esta medida no es únicamente comercial. Está diseñada para forzar la mano de los bancos centrales y empujarlos hacia un nuevo ciclo de recortes de tasas de interés”, explicó Green.
El primero en reaccionar podría ser el Banco Central Europeo (BCE), que —aunque se espera que mantenga estables sus tasas esta semana— enfrenta creciente presión debido al enfriamiento económico de la eurozona y la escalada de tensiones con Washington.
La UE teme consecuencias para exportaciones clave del bloque
La respuesta europea ante los aranceles —que golpearían sectores estratégicos como la industria automotriz, la agricultura, los productos de lujo y las exportaciones industriales— podría ser inmediata. Bruselas ya elabora medidas de emergencia si las negociaciones con la Casa Blanca fracasan antes del 1 de agosto.
“Estamos probablemente ante el inicio de un estancamiento prolongado”, advirtió Green. “Los bancos centrales no provocaron esta crisis, pero serán ellos quienes deban amortiguar el golpe”.
Recortes de tasas serían defensivos y no estimulantes
Según el análisis de Green, el ciclo de recortes que se avecina no será expansivo, sino preventivo. “Este no es el tipo de política monetaria que busca el crecimiento. Es más parecido a un triaje financiero: recortes para contener el daño, no para estimular la economía”, apuntó.
El impacto, además del BCE, podría sentirse en Asia, América Latina y eventualmente en la Reserva Federal de Estados Unidos, que podría actuar si detecta una caída de la demanda global sin presiones inflacionarias.
Ante este nuevo panorama, Green instó a los inversores a diversificar sus carteras, priorizando bonos de calidad, acciones de primera línea con dividendos, y proyectos de infraestructura. También advirtió sobre la posibilidad de un debilitamiento del euro, que podría provocar un reacomodo importante en los mercados de divisas.
“Este no es momento para esperar”, sentenció. “Los inversores deben preguntarse: ¿Mi cartera resiste la incertidumbre política y económica que se avecina?”.
En opinión del CEO de deVere, estamos entrando en una nueva era financiera: una era monetaria dominada por la geopolítica, más que por simples datos económicos.