Científicos chinos desarrollan método para producir oxígeno y combustible: clave para futuras misiones espaciales tripuladas
Una nueva y prometedora tecnología desarrollada por investigadores de la Universidad China de Hong Kong podría marcar un antes y un después en la forma en que la humanidad sobrevive en la Luna. Más allá, este avance abre la puerta a un futuro donde el hombre podría aprovechar los recursos extraterrestres para vivir más allá del entorno del planeta Tierra.
En un estudio publicado por la revista Joule, con replica de Europa Press, el equipo científico reveló un procedimiento capaz de extraer agua del suelo lunar y convertir el dióxido de carbono exhalado por astronautas en oxígeno y combustibles químicos, utilizando únicamente energía solar.
"Nunca imaginamos del todo la ‘magia’ que poseía el suelo lunar", señaló Lu Wang, uno de los responsables del proyecto. “La integración en un solo paso de la extracción de H₂O y la catálisis fototérmica del CO₂ representa una revolución en eficiencia y simplicidad”, agregó.
Lograr autonomía de recursos en futuras bases lunares habitadas
Desde hace décadas, las agencias espaciales han considerado a la Luna como una base estratégica para explorar el cosmos. Sin embargo, la necesidad de transportar recursos vitales como agua, oxígeno y combustible desde la Tierra ha sido un obstáculo crítico.
Según el estudio, enviar un solo galón de agua cuesta alrededor de 83.000 dólares, y un astronauta puede requerir hasta cuatro galones diarios.
Las muestras traídas por la misión Chang’E-5 confirman la existencia de agua en la superficie lunar, principalmente en forma de minerales hidratados.
La tecnología desarrollada por Wang y su equipo aprovecha ese recurso natural, eliminando procesos anteriores que requerían varios pasos y un alto consumo energético.
Conversión de CO₂ en oxígeno y combustible con luz solar directa
El sistema se basa en una estrategia fototérmica innovadora, que convierte la luz solar en calor para impulsar reacciones químicas. Usando muestras auténticas del suelo lunar y simulaciones en laboratorio, los científicos lograron transformar CO₂ en monóxido de carbono e hidrógeno, gases que pueden ser utilizados para generar combustible y oxígeno.
La clave del proceso está en la ilmenita, un mineral negro presente en la superficie lunar. Gracias a su capacidad fototérmica, facilita la reacción necesaria para convertir los elementos disponibles en insumos esenciales para la supervivencia humana.
No obstante, persisten desafíos importantes. La baja gravedad, la radiación intensa, las temperaturas extremas y la composición desigual del terreno lunar podrían limitar la eficiencia del proceso.
Además, el rendimiento catalítico actual no es suficiente aún para sostener completamente la vida humana de manera prolongada en el espacio.
“El éxito en laboratorio es alentador, pero debemos superar múltiples barreras técnicas y económicas antes de pensar en colonias lunares sostenibles”, concluyen los autores.