Ministros de Defensa pactan más cooperación frente a amenazas comunes
En un encuentro clave celebrado en Santo Domingo, los ministros de Defensa de República Dominicana y Colombia dejaron claro que la seguridad ya no es un esfuerzo aislado. Carlos Antonio Fernández Onofre, por parte de RD, y Pedro Arnulfo Sánchez Suárez, de Colombia, reafirmaron su voluntad de trabajar en conjunto para enfrentar amenazas que rebasan fronteras.

El encuentro no fue solo ceremonial. La reunión giró en torno a cómo ambos países pueden colaborar de forma más efectiva para responder a los retos actuales en materia de seguridad, desde el narcotráfico hasta el crimen organizado y las amenazas cibernéticas. Se habló de capacitación, ejercicios militares conjuntos, estrategias de inteligencia compartida y fortalecimiento institucional.
Uno de los puntos destacados fue la intención de reforzar la participación dominicana en iniciativas como la Estrategia Naval ORIÓN y la Estrategia ZEUS, plataformas regionales que apuntan a frenar economías ilícitas y delitos transnacionales. Colombia tiene una trayectoria sólida en estos temas, y la idea es que esa experiencia pueda ser aprovechada por las fuerzas armadas dominicanas.
Fernández Onofre no lo dijo con rodeos: trabajar con Colombia representa una oportunidad para mejorar la preparación y capacidad operativa de la República Dominicana. A su vez, el ministro Sánchez subrayó que ve en RD un aliado confiable y estratégico en la región, destacando el compromiso de ambos gobiernos con una agenda común que combine acción militar, formación técnica y cooperación diplomática.
No se trató de una reunión entre dos burócratas. También estuvieron presentes figuras como el director de la Policía Nacional de Colombia, Carlos Triana Beltrán René, y el embajador colombiano en el país, Darío Villamizar Herrera, respaldando el interés de ambos Estados en mantener canales de comunicación abiertos y efectivos.
Más allá de los discursos, lo anunciado tiene implicaciones reales: más intercambio de información, más ejercicios conjuntos y una red de colaboración más sólida para enfrentar amenazas que ningún país puede combatir solo.
En resumen, este encuentro marca un paso importante hacia una cooperación militar más estructurada y estratégica entre RD y Colombia, en un momento en el que la seguridad regional exige respuestas coordinadas, rápidas y eficaces.