Sabemos que el presidente Luis Abinader labora diariamente más de la cuenta., que no descansa lo suficiente.
Si uno se pone a pensar en las cosas que aquí siguen de mal en peor pese a los años transcurridos, preferiría callarse. O llorar, o irse, o tomar un bus hacia Boca Chica.
Pero nada, así es nuestro país y parece que lo será por siempre.
Sabemos que el presidente Luis Abinader labora diariamente más de la cuenta., que no descansa lo suficiente., que tiene fe y desea lo mejor para el progreso y bienestar de TODOS.
Pero una cosa canta el gallo y otra escucha la gallina.
La corrupción, que Abinader insiste en perseguir y condenar, se mantiene firme en muchos círculos y circuitos del país.
Y eso no es fácil de combatir y mucho menos de eliminar.
Para disminuir esa malévola especie, habrá que comenzar ya a juzgar y CONDENAR severamente a quienes la practican, incentivan y protegen. Incluidos los ahora juzgados.
Aunque el Ejecutivo deba hablar con el Judicial para lograrlo.
Si no paramos un poco o mucho la corrupción, entonces no podremos construir más aulas y escuelas., más vías, caminos y carreteras., más presas y más acueductos., más viviendas y más pensiones., en fin, un poco más de lo que tenemos.
Y tendremos que seguir endeudándonos.
Creo que ha llegado la hora de colocar a un INCORRUPTIBLE en cada entidad oficial (Aduanas, Inapa, Obras Públicas, Educación, Fuerzas Armadas (etc), que apruebe, antes que el titular, cada orden de pago o giro a favor de personas o empresas.
Es mi propuesta para mejorar el combate a la corrupción, pues de lo contrario mejor me callo. Por Luis Fernández