Comandante supervisa operaciones y advierte sobre tráfico ilegal de personas.
El Comandante General del Ejército, mayor general Jorge Iván Camino Pérez, realizó un recorrido por distintos puntos de la frontera sur entre República Dominicana y Haití, con el objetivo de supervisar las operaciones que lleva a cabo la 5ta Brigada de Infantería en esa zona.

Durante la visita, Camino Pérez aseguró que la frontera se mantiene en calma, aunque admitió que el tráfico de personas sigue siendo un problema latente. En ese sentido, fue claro: las autoridades están trabajando junto con la justicia para aplicar sanciones más duras contra quienes se dedican al tráfico ilegal de migrantes, recoge una nota del recorrido entregada a DiarioDigitalRD.
El comandante explicó que el Ejército detiene con frecuencia a personas que violan la ley en las provincias fronterizas. Estas personas son entregadas al Ministerio Público para que enfrenten cargos. “Hay que atacar a quienes se lucran traficando con seres humanos, sin importar quiénes sean ni a quién respondan”, dijo.
El recorrido comenzó en la Fortaleza 2do. Teniente Sidney Rudy Suero Rosa, en Barahona, donde se inauguraron áreas remozadas de la brigada. Luego se trasladó al destacamento de Enriquillo y más tarde al puesto militar en Oviedo. La última parada fue en la Fortaleza Enriquillo, en Pedernales, desde donde se dirigió a varios puntos clave de vigilancia a lo largo de la frontera: El Embalse, Paso Sena, Aguas Negras, entre otros.
Además de supervisar las instalaciones militares, Camino Pérez se reunió con las gobernadoras provinciales Oneida Feliz (Barahona) y Edirda De Oleo (Pedernales), en encuentros que sirvieron para coordinar acciones conjuntas en materia de seguridad. En Pedernales, también se dio tiempo para visitar una pequeña muestra de artesanía local.
¿Qué significa esta medida?
Más que una simple visita, esta gira tiene un mensaje claro: el comandante del Ejército quiere mostrar que está presente y que no va a bajar la guardia. El énfasis en endurecer las sanciones contra el tráfico de indocumentados apunta a frenar un negocio ilegal que sigue activo, sobre todo en las zonas más vulnerables de la frontera.
Es un recordatorio de que la seguridad en la frontera no es solo militar, sino también judicial, política y comunitaria.